Desde la orilla del Reconquista, los chicos se divierten con el paso de las lanchas. No son conscientes del peligro que ese río, uno de los más contaminados del país, les representa. Tras finalizar una recorrida junto a los vecinos por esas aguas, el defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, anunció que en 40 días presentará un informe ante las autoridades ambientales de provincia y Nación, con la misma lógica que el realizado por el Riachuelo: si no hay una respuesta rápida, el estudio se convertirá en una demanda ante la Corte Suprema.

Con esta visita, Mondino completó la inspección ocular que había comenzado hace tres meses con un recorrido por tierra, y de esa forma busca afinar el trazo del informe que el organismo que encabeza ya prepara hace varios meses. Al respecto alertó que la polución que buscan frenar “representa un alto riesgo para la salud de los habitantes de la zona”.

“La contaminación está matando al río y nosotros nos estamos muriendo con él. Con su agua nosotros vivimos, nos bañamos, lavamos la ropa y limpiamos la casa. Antes también nadábamos, pero eso lo tuvimos que dejar de hacer”, cuenta apesadumbrada Ursula West, de la Asamblea Delta y Río de la Plata, que organizó la recorrida.

El río Reconquista desemboca en el Luján, que integra la cuenca del Río de la Plata, luego de atravesar 18 municipios del Gran Buenos Aires y la provincia.

Morón, Moreno, San Martín, Hurlingham y Malvinas Argentinas son algunos de los municipios por los que pasa. En él se vierten, según aseguran y muestran los vecinos, los desechos cloacales sin tratamiento de muchas de esas localidades y del propio Tigre, así como también los residuos de aproximadamente 12 mil industrias de diversa índole.

Eso es lo que lo convierte en el segundo río más contaminado de Argentina, en un podio que encabeza el Riachuelo. Más allá de la presentación que prepara la Defensoría, los vecinos dicen tener en claro por dónde habría que empezar para mejorar la situación. “Lo primero que hay que hacer es retomar el plan de saneamiento que se redactó la década pasada, pero con la inclusión de un comité de control de cuentas integrado por vecinos, porque si no se van a volver a robar los fondos”, advirtió Martín Nunziata, uno de los líderes de la asamblea.

Sergio Pierani es isleño por adopción. Tiene un comercio en el Delta y hace diez años decidió que no vería más de manera impasible cómo destruían el principal atractivo de su hábitat. “Sabemos que es muy difícil lograr la solidaridad de los municipios que recorre el Reconquista y por eso denunciamos a nivel provincial y nacional. Pero el tema es que acá mismo, en Tigre, tampoco ayudan. En 2000, el intendente (Ricardo Ubieto) cortó el río Tigre, que transportaba la contaminación hacia el Río de la Plata, y produjo una concentración de polución acá, que complicó toda la vida de los isleños”, denuncia.

Una de las denuncias apuntadas en el informe que prepara la Defensoría es una técnica mediante la cual las industrias esperan los días de lluvia para desechar todos los residuos que almacenan durante semanas en piletones, con el objetivo de que el vertido sea más difícil de detectar.

¿La consecuencia? Dos días después, cuando sale a flote esa contaminación concentrada, mueren miles de peces, que no soportan tales grados de sustancias tóxicas. El pasado 3 de octubre, especialistas tomaron una muestra de agua dos días después de una lluvia, en la zona donde se juntan el Reconquista y el río Tigre. El resultado fue alarmante: una concentración de nitratos mil por ciento mayor que lo recomendado.

Si bien se trata de un río bonaerense, sus aguas desembocan –previo paso por el río Luján– en el Río de La Plata, que es nacional. “Suficiente motivo para que las carteras de Medio Ambiente provincial y nacional se tiren la responsabilidad mutuamente”, se queja Sergio Pierani.

* Informe: Eugenio Martínez Ruhlo