Los 46 tripulantes del buque pesquero Puente América fueron rescatados ayer sanos y salvos, al incendiarse la nave frente a las costas de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz. La embarcación, que anoche se encontraba navegando al garete a unos 200 kilómetros de la costa, a pesar de que el fuego no había sido extinguido, “no solamente no se hundió sino que tampoco ha provocado ningún derrame de combustible a su alrededor, algo que nos tranquiliza mucho”, aseguraron los voceros de la Prefectura Naval Argentina (PNA). El jefe de la delegación Comodoro Rivadavia de la fuerza de seguridad, prefecto principal Víctor Bourquet, hizo saber que la tripulación rescatada fue llevada a Puerto Deseado a bordo del guardacostas Thompson, que participó del rescate. El jefe de la delegación de la Prefectura hizo saber que el capitán de la nave permanecía a bordo de otro buque pesquero, el Pescapuerta 5, siguiendo de cerca el desarrollo del incendio, dado que existía la posibilidad de salvar lo que queda de la nave siniestrada. “Si se apaga el fuego, el barco va a ser llevado a puerto para garantizar que no se hunda”, explicó el prefecto Bourquet.

Cuando comenzó el incendio, por razones que se desconocen, la embarcación quedó al garete y sus 46 tripulantes fueron rescatados por otras naves que se encontraban operando en la zona. “El incendio continuó durante toda la noche (del viernes), ahora hay poco humo, no se observan llamas externas, pero esto no implica que el fuego no siga por dentro”, aclaró el prefecto Bourquet. El jefe de la Prefectura advirtió que el personal de la fuerza “no puede acercarse al buque debido a las malas condiciones climáticas. Hay mar 5, es decir que las olas alcanzan hasta los cuatro metros de altura, y con vientos de 50 kilómetros por hora”, precisó el jefe naval al trazar un diagnóstico desfavorable.

A distancia conveniente, para evitar problemas, varias naves siguen “monitoreando el incendio”. Se trata del guardacostas Derbes, de la Prefectura Naval, y de los barcos Pescapuerta 5 y Puente Valdés. Estas dos naves pertenecen a la empresa armadora Pereyra Argentina S.A, que también es dueña de la embarcación siniestrada. La misión de esas naves de rescate, comentó el prefecto Bourquet, es “observar el desarrollo del incendio, tratar de sofocarlo acercándonos con los barcos para arrojarle agua o, de lo contrario, ver si se va apagando solo. Hasta el momento, el barco no está escorado, mantiene su flotabilidad y no se observa que haya derrame de combustible”.

La posibilidad de un derrame era uno de los principales temores, ya que la nave incendiada lleva una carga de 365 mil litros de gasoil en sus tanques. El Puente América, de 72 metros de eslora, había partido el 4 de enero de la ciudad chubutense de Puerto Madryn. A las 7.30 del viernes, el buque entró en emergencia al declararse un incendio en el entrepuente. En ese lugar, los tripulantes estiban las cajas de cartones con las cuales embalan los pescados.

Un helicóptero de la Prefectura prestó apoyo durante las tareas de rescate. El prefecto Bourquet resaltó que ante un hecho como éste “lo importante es que no haya heridos ni ahogados y que los 45 tripulantes, incluyendo al capitán, un observador de pesca y un enfermero, hayan salido ilesos. Todos fueron traspasados al guardacostas de la PNA que operó en el lugar del siniestro”. El buque factoría Puente América se incendió a unas 110 millas náuticas (180 kilómetros) de la costa, frente a la ciudad de Puerto Deseado, en Santa Cruz.