Domingo, 28 de enero de 2007 | Hoy
EL PAíS › LA AGENDA DE YAÑEZ ENTRE MONTEVIDEO Y BUENOS AIRES
El enviado del rey de España tendrá una semana de vuelos, pasando literalmente un día en cada capital. El caño, el “parque temático” que disimule la fábrica, los bloqueos de puentes y las chances de retomar el diálogo entre las partes.
Por Martín Piqué
El diplomático español Juan Antonio Yáñez Barnuevo llegará mañana a Buenos Aires para tratar de acercar posiciones en el conflicto por las papeleras. Yáñez Barnuevo, a quien en ambos lados del río llaman “facilitador”, pasará toda la semana entre Argentina y Uruguay. Será su tercera gestión en los últimos ochenta días, aunque esta vez hay más perspectivas de llegar a un acuerdo. El optimismo está basado sobre todo en que el delegado del rey Juan Carlos arribará a Ezeiza con una carpeta de propuestas que podría acercar a las partes. En la Casa Rosada circula la idea de aprovechar el fallo de la Corte Internacional de La Haya para sentarse a negociar con el gobierno de Tabaré Vázquez. “Cuando se produjo la relocalización de Ence perdimos una oportunidad. Ahora que estamos 1 a 1 debemos sentarnos a charlar y destrabar el problema”, resumió ante Página/12 un funcionario del Ejecutivo que sigue de cerca el conflicto.
Mañana, Yáñez Barnuevo se reunirá con varios integrantes del Ejecutivo. El martes y el jueves estará en Montevideo para dialogar con varios funcionarios de Tabaré. En la agenda del español hay una prioridad: explicar al detalle los tres puntos de su propuesta y convencer a las dos partes de que la acepten. Según pudo saber Página/12, la carpeta del facilitador prevé cuatro aspectos centrales, a saber:
- La instalación de un caño que permita transportar los efluvios de la planta de Botnia treinta kilómetros al sur, donde no hay población en ninguna de las dos orillas.
- La creación de un parque temático que evite la “contaminación visual” que se percibe desde la playa de Ñandubaysal, del lado argentino, y que compense los malos olores con una gran cantidad de árboles.
- La implementación de un “monitoreo conjunto” sobre las instalaciones de la papelera, en el que podrán intervenir técnicos argentinos y uruguayos, para comprobar si produce contaminación.
- El levantamiento de los bloqueos en los puentes binacionales.
Aunque la propuesta aún no es conocida en toda su amplitud, hay ciertos indicios de que podría tener una respuesta favorable. El canciller Reinaldo Gargano dijo ayer que la llegada de Yáñez Barnuevo generaba expectativa en su gobierno. “Hay que dejar todas las puertas abiertas y no cerrar ninguna. Vamos a ver qué trae como propuesta. Yo no la conozco”, dijo. De todas formas, Gargano insistió una vez más en que su administración no negociará mientras los pasos internacionales sigan cortados. También puso como condición que la pastera finlandesa, cuya construcción ya está muy avanzada, no sea trasladada a otro lugar. En los planes uruguayos, Botnia permanecerá donde están las obras.
Desde el lado argentino salió a hablar el candidato a intendente de Gualeguaychú por la agrupación Juan Perón, Héctor Maya. Ex senador nacional (se lo mencionó como uno de los involucrados en los sobornos que precedieron a la aprobación de la reforma laboral), Maya salió por una radio local con un discurso mucho más escéptico. “Ahora van a venir con nuevos embates, y con una propuesta de monitoreo internacional rimbombante, rodeada de las mayores garantías. Van a intentar consolidar un camino de negociación y para eso van a pedir que se levante el corte”, anticipó. “Nosotros tenemos una posición definida: no queremos las papeleras. Acá lo que falta es una adhesión del gobierno nacional”, dijo.
Mientras en Gualeguaychú sostienen que no aceptarán ninguna negociación en tanto Botnia no sea relocalizada, la empresa finlandesa completó el 80 por ciento de la construcción y está en la etapa de montaje de la planta. En relación con los próximos pasos, la pastera ya anunció que prevé iniciar la etapa de pruebas entre marzo y abril. La planta recién estará lista para funcionar a pleno –y así empezar a producir pasta de celulosa– en el último trimestre del año. Al tanto de ese cronograma, los vecinos de Gualeguaychú no parecen nada dispuestos a levantar sus protestas. Mucho menos tras el fallo de La Haya, que consideró que los cortes de ruta no constituyen un “daño irreparable ni un perjuicio inminente” para Uruguay.
Los antecedentes no son demasiado alentadores para el éxito de la negociación. Sólo la llegada del delegado español podría contribuir a un acercamiento. A fin de año, Yáñez Barnuevo se reunió en Helsinki con directivos de Botnia y funcionarios del gobierno de Finlandia. Desde la Rosada ven esta nueva gestión –la tercera desde que el Presidente le pidió a la corona española que encabezara una mediación de “buenos oficios”– con más expectativa que las anteriores. El rumbo de la negociación ahora está definitivamente en manos del canciller Jorge Taiana y su equipo más cercano, entre ellos su segundo, Roberto García Moritán, y el subsecretario de Política Latinoamericana, Agustín Colombo Sierra.
Aunque se cuiden por disimularlo, en la Cancillería están eufóricos por el fallo de La Haya. Lo atribuyen al desempeño de la delegación jurídica que encabezó Susana Ruiz Cerutti. El mismo día en que se conoció el fallo, Kirchner dijo que estaba dispuesto “al diálogo” con Uruguay. El tono de sus declaraciones había sido acordado en una conversación previa con Taiana cuando el canciller regresaba de Nueva York a Buenos Aires. Más allá del entusiasmo por el último capítulo diplomático, en el Ejecutivo aseguran que las tratativas con Tabaré serán muy duras por la “posición extrema de la asamblea de Gualeguaychú”. “Los asambleístas no aceptan ninguna alternativa que no sea la relocalización de Botnia, pero en cualquier negociación tienen que ceder ambas partes”, advierten en la Rosada.
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