Las Cataratas del Iguazú podrían ofrecer a los turistas un doble espectáculo. A la maravilla de su naturaleza, la energía del agua y la luz de la luna como único faro en los recorridos nocturnos podría agregarse la polémica iniciativa de montar un show de luces y efectos de rayo láser que irrumpirían en el escenario natural cada noche de verano. El promotor de la iniciativa es el intendente del estado brasileño de Foz de Iguazú, Paolo McDonald Gishi. “No perjudicaría en nada las caídas de agua ni a los animales. Sería un atractivo extraordinario”, aseguró el funcionario. Aunque se trata de un proyecto que se aplicaría del lado de Brasil, la Administración de Parques Nacionales, en Argentina, adelantó que presentará una denuncia ante el Unesco –ya que el lugar está considerado como Patrimonio Histórico de la Humanidad– al sostener que “dañará la vida nocturna del ecosistema”.

Ghisi hace tiempo que tiene este proyecto en mente. No sólo incluye dentro del futuro paquete de ofertas para turistas la posibilidad de ver uno de los dos shows de luces, de 10 minutos de duración, que se realizarían cada noche, sino que también propone ver en las grandes caídas de agua figuras reflejadas a través de rayos láser, como por ejemplo la del descubridor de las cataratas que comparten Argentina y Brasil, Alvar Núñez Cabeza de Vaca. El espectáculo –según explicó el intendente– sería acompañado por un arreglo musical que se escucharía a través de auriculares.

Sin embargo, cada vez que lo quiso llevar a la práctica las organizaciones ambientalistas de Argentina y de Brasil salieron al cruce y lograron mantener la propuesta paralizada. Hace un año, el funcionario brasileño le comentó sus intenciones al presidente de la Administración de Parques Nacionales, Héctor Espina. “En ese momento le dijimos que no y continuamos con la misma postura, ya que agregar luces en ese escenario trastrueca la vida nocturna de los animales de la región”, sostuvo el titular del organismo, en diálogo con Página/12. “Además, los turistas que eligen ese destino como lugar de vacaciones buscan el contacto con la naturaleza, no van en busca de un show de luces”, agregó.

Para el alcalde brasileño, su iniciativa no producirá grandes efectos en el medio ambiente. “El sistema no perjudicaría en nada las caídas de agua, ni los pájaros, ni las mariposas y sería un atractivo extraordinario”, sostuvo. Luego, admitió que el efecto de la luz podría causar algún inconveniente, “pero menor al impacto que genera una tormenta en esta zona”. Espina rechazó ese argumento y adelantó que presentará una denuncia ante la Unesco, organismo que en 1984 declaró a las Cataratas del Iguazú Patrimonio Natural de la Humanidad. “Aunque el show sería del lado brasileño, el efecto de la luz va más allá de los límites geográficos y por ello impediremos ese proyecto”, sostuvo. El funcionario solicitará la ayuda de la Cancillería argentina.

El proyecto también despertó el rechazo de los representantes de la empresa Iguazú Argentina, concesionaria de los servicios en el Parque Nacional Iguazú del lado argentino. “Generar luz artificial significa ir en contra de lo que la gente busca y encuentra en este destino turístico, como, por ejemplo, un momento de concordia con el medio ambiente”, advirtió a medios regionales el gerente general de la firma, Alcides Capra. Luego agregó: “El hecho de que nuestros hermanos brasileños quieran iluminar el lugar espero que no nos perjudique el trabajo de años que venimos haciendo y que en los próximos 60 días se va a concretar en la certificación de las normas ISO 14001 de calidad de impacto ambiental”.

Para el promotor de la iniciativa, las organizaciones ambientalistas son las culpables de su paralización. “Todavía no encontramos personas ligadas al medio ambiente que tengan la sensibilidad de entender este proyecto –admitió–. Hoy solo ven que esto va a perjudicar a la fauna y en ningún momento pararon para analizar lo que 10 minutos de iluminación podía causar.” Pese a la oposición, el intendente aseguró que insistirá hasta llevarlo a la práctica.

La iniciativa reflotó las quejas generadas años atrás por contaminación sonora generada por los constantes sobrevuelos de helicópteros que despegan de territorio brasileño con contingentes de turistas ansiosos por fotografiar y filmar el paisaje.