El sida sigue siendo una pandemia, pero un poco –sólo un poco– menos grave de lo que se creía. El nuevo informe de Onusida, la agencia de las Naciones Unidas para la enfermedad, sostuvo en un informe hecho público ayer que hay 33 millones de infectados con VIH en el mundo, en vez de 39,5 millones, como se había informado el año pasado, debido a que mejoró el sistema de estadística internacional.

El relevamiento aclara que la baja de seis millones y medio de infectados de que da cuenta la nueva medición no obedece a una remisión de la epidemia sino a un mejoramiento de la medición en cada país. Muchos epidemiólogos criticaron durante años la forma en la que las autoridades sanitarias hacían los cálculos de infectados de VIH a nivel mundial. Las cifras se extrapolaban de los contagios detectados en grupos de riesgo como prostitutas o usuarios de drogas, lo que explicaría estas sobreestimaciones.

El informe de Onusida 2007 destacó que se adoptaron hábitos sanitarios más seguros en algunos países como Kenia y Zimbabwe. Hace unos meses, un documento presentado por la Organización Nacional del Control del Sida en la India anunciaba que los seropositivos que residen en ese país no son los 5,2 millones que se creía, sino algo menos de la mitad, 2,5 millones.

Kevin de Cock, director del Departamento de Sida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostuvo que “una respuesta eficaz frente al VIH depende de estadísticas fiables”. Cock destacó que “hace falta invertir más en todos los países y en todos los aspectos de la información estratégica vinculada a la salud”. Por su parte, el director ejecutivo de Onusida, Peter Piot, indicó que “los datos mejorados que se han obtenido presentan una imagen más clara de la epidemia del sida, que revela tanto los desafíos como las oportunidades”.

El nuevo informe de Onusida y la OMS estimó que los contagios por VIH alcanzaron su pico máximo a finales de la década de 1990 y el 2001 y que el porcentaje de adultos portadores del virus permanece constante en un 0,8 por ciento de la población mundial.

El número de personas que muere por causas relacionadas con el sida, según el estudio, bajó en los últimos dos años debido a los tratamientos antirretrovirales. Pero insistió con que, a pesar de las nuevas estimaciones, la epidemia del sida sigue siendo una de las grandes amenazas para la humanidad, con 2,1 millones de muertes y 2,5 millones de nuevas infecciones cada año. El estudio aclaró que las tres cuartas partes de esos fallecimientos y el 68 por ciento de los contagios se produjeron en el Africa subsahariana.

En América latina, unas 100 mil nuevas personas se contagiaron el virus del sida en 2007, según el informe. Con esos nuevos contagiados, el organismo estima la cifra total de infectados en 2007 en 1,6 millón, y calcula que unas 58 mil personas murieron de sida en el último año en este continente. Además, ésta es una región donde el estigma y la discriminación “obstaculizan los esfuerzos para lograr el acceso universal a la prevención, tratamiento y cuidado” del VIH. “Es necesaria más inversión para tratar la vigilancia inadecuada en América latina”, indicó Onusida.

El organismo estimó que “la epidemia de VIH en Latinoamérica se mantiene generalmente estable y la transmisión del virus sigue ocurriendo entre poblaciones con mayor riesgo de exposición, incluidas trabajadoras sexuales y hombres que tienen sexo con hombres”. “El sexo entre hombres sin protección es un importante factor en la epidemia de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú en Sudamérica, así como en varios países centroamericanos”, añadió.

Aproximadamente un tercio de todas las personas que viven con VIH en América latina reside en Brasil, donde había unas 620 mil personas infectadas en 2005.