A pocas horas del comienzo de un juicio contra cuatro policías catamarqueños acusados de matar a golpes a un detenido, un hombre, cuyo testimonio era decisivo en el caso, fue encontrado ayer ahorcado en un árbol, a unos 150 metros de su casa, en la localidad de Miraflores, a unos 30 kilómetros de la capital de Catamarca.

Humberto Romero, de 38 años, fue visto con vida por última vez el domingo a la noche, cuando salió de su casa. Se trataba del principal testigo en una causa que tiene a cuatro agentes procesados, tres de ellos por el homicidio de un hombre en 2005 y al cuarto, Fabián Vega, que conducía el móvil acusado de no denunciar el delito. Los policías comenzaron a ser juzgados ayer en la Cámara en lo Criminal de 2ª Nominación de esa provincia.

Por el momento, los investigadores trabajan con la hipótesis de que se trató de un suicidio. Aunque no descartan otras hipótesis, incluso la de una muerte inducida por su situación de testigo clave en una causa judicial que involucra a policías, precisaron fuentes judiciales.

Romero había declarado en 2005 ante el juez de Garantías Jorge Palacios que los policías Armando Aragón, Jorge Romero y Claudio Brizuela golpearon en un patrullero a Félix Videla, de 53 años, detenido por violencia familiar, mientras les “suplicaba piedad”.

El episodio ocurrió el 20 de octubre de 2005, en la localidad de Coneta Viejo, departamento de Capayán, cuando los cuatro policías se acercaron a la casa de Videla por un llamado de su mujer, Natalia Palomeque, que temía que la agrediera.

Según el relato de los efectivos, el suboficial Aragón, uno de los policías imputados, intentó detener al acusado, que estaba “alcoholizado”, “golpeaba” a su esposa e hijos y se defendió con un machete, con el que hirió al agente.

Luego Videla se escapó para tratar de refugiarse en la casa de un hermano, pero antes fue alcanzado por los efectivos y otra vez volvió a herir al suboficial, pero esa vez se lo llevaron detenido.

Para el fiscal Herman Zalazar, a cargo de la investigación, “esto provocó que los agentes, abusando de sus funciones como miembros de la fuerza policial, golpearan con elementos contundentes” al detenido.

Luego el hombre fue revisado por un médico forense, que recomendó llevarlo al Hospital San Juan Bautista. Según la autopsia, la muerte de Videla fue causada por las numerosas lesiones que presentaba el cuerpo, consecuencia de golpes, determinaron los forenses. Los efectivos están procesados por “homicidio agravado por su condición de policías”. Podrían ser condenados a prisión o reclusión perpetua.