“Que el chofer haya pasado con la barrera baja es señal de negligencia. Pero me pregunto si habrá descansado lo que tiene que descansar por ley. En todo caso, la responsabilidad por el choque es también de la empresa El Rápido Argentino y de la Secretaría de Transporte, por no realizar los controles.” Andrés Calwill, uno de los padres del Colegio Ecos, cuestionó la posición de Ferrobaires, de la empresa del micro siniestrado e incluso del propio gobernador bonaerense Daniel Scioli (ver aparte), que cargaron todo el suceso sobre los hombros de los conductores del micro. “Esto no es una tragedia ni un accidente, es una irresponsabilidad criminal de la empresa que podría haberse evitado”, resumió Calwill. “Es lo más parecido a lo que pasó con Lapa.”

“Los conductores de la locomotora vieron venir al micro, que atravesó con barreras bajas y los maquinistas no pudieron frenar”, sostuvo un vocero de Ferrobaires. “El paso a nivel tiene todas las normas de seguridad, las barreras se accionan automáticamente 800 metros antes del paso del tren, la alarma estaba sonando y titilaban las luces rojas”, aseguró el vocero.

Del lado de El Rápido Argentino, la versión también se apoyó sobre el chofer. Encima de él: “Cruzó con la barrera baja –aseguró Adrián Bonelli, gerente de la empresa–. Es un profesional pero cometió una imprudencia, se tendrá que hacer cargo y recibir todo el peso de la ley”.

En cambio, para los padres de los chicos del Colegio Ecos que fallecieron en la tragedia en Santa Fe, “es obvio que el chofer tiene responsabilidad, sea por negligencia, sea por cansancio, pero la empresa tiene su parte por contratar choferes negligentes o no formarlos, o por presionarlos con horarios sin descanso. También se lleva su parte la Secretaría de Transporte, por no ser garante del descanso de los conductores”, dijo Calwill. “Esto no fue un accidente, fue un crimen. Es una irresponsabilidad criminal de parte de la empresa. Nos recordó mucho al desastre del avión de Lapa. Los pilotos serían negligentes, pero la responsabilidad principal está más arriba. En la empresa y en los controles.”

El interrogante dispara otra versión, frente a la oficial, que sindica al chofer casi como culpable absoluto del choque. Calwill evalúa: “Es de un cinismo absoluto por parte de la compañía el pedir que ‘todo el peso de la ley recaiga sobre el chofer’. Yo preguntaría si los dejan descansar lo suficiente, si los relevan cada doce horas de viaje, como debe ser por ley”.

Por su parte, el maquinista del tren de Ferrobaires aparentemente queda fuera de responsabilidad. “El tren viene con una inercia que no puede parar, y en última instancia cruzó con la barrera baja y había señalización en el cruce”, dijo Calwill. En apoyo, desde el gremio de conductores de trenes hubo recomendaciones al Gobierno: “Planteamos una Ley Federal de Transporte y campañas de prevención. Si existieran puentes o túneles, no habría cruces a nivel que generen accidentes”, consideró su secretario de Prensa, Horacio Caminos.

Para los padres del Ecos, este hecho “fue un ejemplo clarísimo más de que debe sancionarse la Ley Nacional de Seguridad Vial” en carácter de “urgente”. La norma ya tiene media sanción en el Senado y espera ser tratada en Diputados “en los próximos días”, según Calwill. Al parecer, no habrá mayores conflictos para su sanción, ni tampoco para que, una a una, las legislaturas provinciales traten la ley y la adopten para sus distritos. “Los legisladores nacionales comparten en forma generalizada la seguridad en el hecho de que las empresas abusan, en términos de horas de trabajo, de sus choferes”, concluyó Calwill.

Por otra parte, el defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, remarcó que “es necesario actuar de manera inmediata, y para ello es necesario un Estado firme y convencido de una política pública de seguridad vial”.