El 18 de enero pasado, exactamente cuarenta años después de que el Chongo González saltara a la fama con los 1030 millones de pesos, Jérome Kerviel, operador de la Banque Société Générale, tomaba los pasos del Chongo y generaba una pérdida al BSG de 4900 millones de euros. La cifra multiplica al infinito el golpe del ’68 al Municipal. Para tener una medida, Kerviel ganaba 100 mil euros al año, algo más de 8 mil euros al mes, un sueldo que como broker es considerado normal o bajo, pero que resulta alto comparado con lo que ganaba el bancario gris de su antecesor.

De todos modos, a Kerviel le habría demandado bastante más que a González si se hubiera dispuesto a reunir la cifra con su sueldo: 49 mil años.

Kerviel había entrado al BSG en el 2000, trabajaba sobre el mercado, en operaciones de inversión pequeñas. A lo largo de 2007, logró algunas ventajas, pero para no hacerse notar, las anulaba con posiciones perdedoras que eran ficticias. Y de ese modo, supuestamente engañaba los controles del banco.

Fue detenido a los pocos días y permaneció en prisión durante un mes y una semana. El lunes pasado fue liberado, aunque el proceso en su contra prosigue. Aunque declaró que había efectuado las maniobras solo, sostuvo que no había estafado al banco. En el ambiente financiero eran pocos los que daban crédito a la versión y la mayor parte imaginaba que detrás de Kerviel existía una maniobra bancaria.