SOCIEDAD › LOS ABOGADOS QUERELLANTES, JUAN PABLO GALLEGO, JORGE CALCAGNO Y SERGIO PIRIS

Justicia para tres chicos

–La reiteración de casos de pedofilia que involucran a miembros de la Iglesia ¿hace necesario que la cúpula de la institución tenga una actitud más decidida en su prevención y sanción?

J. Calcagno: –En mi alegato señalé una diferenciación entre la Iglesia como institución y los curas que delinquen. Hubo declaraciones en Australia y en Estados Unidos del papa Benedicto XVI, quien dijo que se “avergüenza” del accionar de esos sacerdotes, pide perdón a las víctimas e insta a esas víctimas a acudir a la Justicia para obtener reparo. Hay un cambio de actitud, de asumir una situación terrible, deleznable y aberrante.

J. P. Gallego: –Hay dos fuentes de análisis. Una es el debate interno de la Iglesia, abierto hace un tiempo. En cuanto al caso Grassi, creo que está probada la personalidad perversa, el narcisismo patológico de Grassi, su incapacidad para mantener relaciones íntimas con pares. Está probado que hay una estructura de personalidad directamente ligada a la pedofilia que preexiste a la profesión que luego elige. Los psiquiatras que declararon en el juicio han dicho que eligió a la institución de la Iglesia para ampararse bajo su investidura. Grassi utilizó a la Iglesia para cometer abusos sexuales y luego la volvió a utilizar cuando dijo que el complot era contra toda la Iglesia, cuando el acusado era él. Creo que si Grassi hubiera sido taxista, igualmente hubiera sido un pedófilo.

S. Piris: –Yo puedo hablar solamente de esta causa, donde la Iglesia tuvo una actuación totalmente pasiva, a pesar de que monseñor (Justo) Laguna, por ejemplo, estaba totalmente interiorizado sobre lo que había pasado. Laguna tuvo reuniones previas con el doctor Gallego, con Carlos D’Elía el gerente de TN, con Miriam Lewin, que fueron a avisarle “vamos a pasar esto”. Lo sorprendente es que Laguna no vino a declarar personalmente en el juicio. No apoyó a Grassi, pero tampoco vino a decir muchas cosas que sabía. La Iglesia tuvo, en esta causa, una actuación totalmente pasiva.

–Se habló de la valentía de los tres chicos que denunciaron los abusos por haber repetido su denuncia en el juicio. ¿Qué pasa con estos chicos, una vez que termine el proceso?

J. P. Gallego: –Estos chicos han sufrido el abandono del Estado respecto de su responsabilidad con la niñez desamparada. Esto los llevó a permanecer en una institución donde no había ningún tipo de control y en donde fueron abusados. Desde hace siete años han tenido que permanecer dentro del sistema de protección de testigos, lo que les ha impedido rehacer sus vidas. Creo que la sentencia que va a recaer en esta causa debería ser una señal para que el Estado asuma su responsabilidad porque no puede volver a desampararse a estos jóvenes. Si no logramos que estos chicos puedan reencauzar sus vidas, el proceso no habrá servido de mucho.

J. Calcagno: –“Luis”, mi representado, ha sido una pieza clave, igual que las otras dos víctimas, pero con mayor cantidad de hechos y durante mayor cantidad de tiempo. “Luis” está bajo tratamiento psicológico desde hace más de dos años y medio. Esto lo ayuda muchísimo a reencaminar su vida. Espero que siga con su gran capacidad de salir adelante y que pueda lograr su anhelo de seguir estudiando, para poder trabajar y, como dijo él, formar una familia. Ya aprobó el examen para entrar a la Facultad de Derecho y pensé que era una cosa lógica que eligiera esa carrera.

J. P. Gallego: –Es importante el valor de la sentencia judicial. Como siempre dice Estela Carlotto, para estos chicos la mejor terapia es la verdad y la justicia. Una sentencia que tome en cuenta sus derechos y fije una condena, creo que será el principio de la gran reparación.

S. Piris: –Creo que los tres chicos no tienen una vida normal. Tanto “Gabriel” como “Luis” están en el programa de protección al testigo. Ezequiel estuvo y está con custodia. Siguen recluidos y Grassi vive libremente. Yo estoy preocupado por el futuro de “Gabriel” y lo veo complicado porque el juicio se termina y la vida de ellos sigue. Nosotros, como abogados, y desde el Comité por los Derechos del Niño, vamos a seguir luchando para que los chicos no queden a la deriva. Fueron chicos de la calle, chicos humildes que fueron a una institución con mucha expectativa, pasó lo que pasó y después tuvieron que vivir una denigración de todo tipo en la televisión, Canal 9, C5N, Canal 26.

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