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“Es un documental dentro de un documental.” Miguel Angel Domínguez, director de más de diez largometrajes e integrante de la productora URKOfilms, junto con Josefina Chávez, de ACEJ (Asociación Civil Empleo Joven) y Vanina Santero, Emilia Rebotaro y Belén Sánchez (estudiantes de la UBA) funcionaron como el engranaje “exterior” a La Cava que hizo posible “Chicos rodando...”. “Primero mostramos la vida en las villas y luego se muestran los derechos ausentes de los propios documentalistas, chicos en situación de vulnerabilidad. Filmamos su vida para que esos derechos se personifiquen, se hagan concretos”, contó a Página/12 el director.

Domínguez, Chávez, Santero, Rebotaro y Sánchez son todos jóvenes comunicólogos y a partir del Taller Audiovisual en La Cava pudieron “enseñar y aprender con los chicos cómo se hace un documental tratando de sortear los miles de muros simbólicos que aíslan, discriminan, excluyen”. El relato de Chávez se complejiza. Porque para hacer el relato documentado también existe una barrera económica muy fuerte: “Entre la asociación (ACEJ) y la productora se aporta todo el dinero para las cámaras, los equipos. Pero el dinero no alcanza para la difusión en salas de cine y, sobre todo, para pagarles a los chicos por su trabajo”.

A principios de julio comienza el rodaje. Todavía esperan, entonces, que el Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) financie parte de la película: “Parece que lo vamos a conseguir”, dijo ilusionada Chávez.

Informe: Mariana Seghezzo.