Cuando sus padres adoptivos comenzaron los trámites para tenerla entre sus brazos ella aún no había nacido. Carina Valdés y Darío Pacheco son la cabeza de una familia conformada por cuatro hijos adoptivos que desde ayer tiene una quinta integrante: Rosalindha. La niña, de una año y siete meses, es la primera haitiana en llegar en adopción a la Argentina tras el terremoto que destruyó el país caribeño. Desde el 4 de enero un juez haitiano había entregado a Rosalindha en cuidado de la pareja mendocina, pero el terremoto al que sobrevivió la niña significó el inicio de una nueva gestación que terminó con final feliz y foto en el aeropuerto de Ezeiza.

La decisión de adoptar a Rosalindha comenzó legalmente en junio de 2008 cuando Valdés y Pacheco se anotaron en un juzgado de familia de Mendoza con la esperanza de sumar un quinto integrante a la familia. Entre papeles y permisos el tiempo pasó hasta que decidieron iniciar trámites por adopción internacional. En octubre de 2009 vieron por primera vez a la pequeña. Regresaron al país a la espera de la sentencia definitiva. La firma del juez haitiano llegó el 4 de enero de este año, una semana antes del terremoto.

Entre los 200 mil muertos que el sismo dejó en Haití estaba el juez que firmó la tenencia y entre las pérdidas materiales, los papeles de adopción de Rosalindha. “No supimos nada de ella hasta el primer sábado después del terremoto”, recordó Valdés. Pero para entonces, la niña ya estaba en un orfanato de Pittsburg, Estados Unidos, tras ser rescatada.

Allí fueron sus padres con la abogada Fabiana Quaini. Con la ayuda del Departamento de Migraciones norteamericano y la Cancillería argentina, Rosalindha salió entre los brazos de sus padres y ayer llegó con un pasaporte provisorio de niña haitiana con padres argentinos.