SOCIEDAD › POR CARLOS FIGARI Y FLAVIO RAPISARDI *.
La fiesta y la protesta
La Marcha del Orgullo es una modalidad específica de protesta en la que el festejo se suma a la fiesta. Leer fiesta y festejo de manera aislada es pretender divorciar cultura y política. La marcha del orgullo puede ser considerada una particular forma de protesta en términos estético-políticos, un outing festivo en el que tímidamente aparece también una especie de “mercado militante”. La marcha condensa las nuevas relaciones entre los diversos grupos y espacios de la diversidad sexual en la esfera pública. Organizada por una comisión, lindante entre lo empresarial y lo político, con apoyo más o menos manifiesto de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y con una fuerte presencia y manifestación de las diversas tribus: todos están allí participando de la fiesta, afirmándose desde lo político o simplemente divirtiéndose, manifestándose muchas veces desde la contradicción y la paradoja, pero convocados con ese “continuo”, que los une o agrupa como un trazo de lo “diferente”.
* Area de Estudios Queer del Instituto de Políticas Públicas.