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El 3 de junio estuvimos en la plaza del Congreso con el equipo de Femicidio. Un caso, múltiples luchas, un documental que estoy preproduciendo junto a Carolina Reynoso. En este film voy a poner en escena el femicidio de mi madre, María Elena Gómez (Miss Mariela), una profesora de inglés apuñalada, por su pareja, el 19 de julio de 2005, en Puerto Madero.

La movilización fue demasiado movilizante para mí: era mi primera jornada de rodaje para el film y, sobre todo, la primera vez que mi familia, mis amigos y amigas teníamos la oportunidad histórica de levantar una bandera contra los femicidios y decir presente por mamá, a casi diez años de lo que entonces se difundió como un crimen pasional.

Curiosamente, los mismos medios que en 2005 hablaron de un drama pasional con relación al caso de mi madre –y de tantos otros– esta vez colaboraron con la difusión de esta campaña de visibilización del femicidio como problemática social.

Las consignas del #NiUnaMenos nos interpelaron a todas las que hemos vivido de cerca situaciones de violencia de género. Este carácter transversal de las consignas –sumado a la difusión por medios de comunicación con llegada a amplios sectores sociales– fue una de las razones de la gigantesca adhesión. ¿Hablar de un antes y un después?

Cuando podamos poner el agenda el aborto legal y salir a la calle sin miedo a ser violadas, asesinadas y revictimizadas luego por múltiples discursos sociales, ahí –si les parece– hablemos de un antes y un después.

* Comunicadora, directora y guionista del documental Femicidio. Un caso, múltiples luchas, en preproducción.