En un solemne pero breve acto sin discursos celebrado en la capital española, los reyes colocaron una corona de flores al pie del monumento erigido en homenaje a las víctimas cerca de la estación de trenes de Atocha, uno de los principales escenarios de la matanza.

El homenaje estaba dirigido también al policía que murió tres semanas después de los atentados, durante una operación en la que siete de los integrantes de la célula terrorista se inmolaron en una vivienda del distrito madrileño de Leganés cuando estaban cercados por las fuerzas de seguridad. El agente está considerado como la víctima número 192 de la tragedia.

Hoy se cumple el cuarto aniversario de los atentados cometidos en la línea férrea de Madrid, los que causaron la muerte de 191 personas y heridas a más de 1800. Este tributo se celebró por primera vez con los autores de los atentados ya en prisión.

En octubre pasado, la Audiencia Nacional condenó a un total de 21 acusados a penas de entre tres y más de 42.000 años de prisión por la peor masacre terrorista en la historia de Europa. Se espera que en septiembre próximo el Tribunal Supremo resuelva los diversos recursos presentados contra la sentencia.

A la ceremonia de hoy también asistió el líder del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, quien no aparecía en público desde la derrota ante Zapatero en las elecciones legislativas del pasado domingo.

Sonsoles Espinosa, la esposa de Zapatero, formó parte del coro de la capilla real que durante el homenaje interpretó la pieza "Da pacem domine", una obra del compositor estonio Arvo Part inspirada en los atentados del 11-M, informó la agencia de noticias DPA.

Asistieron asimismo al acto varios ministros, entre ellos la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Hubo además otras ceremonias en homenaje a las víctimas de los atentados, entre ellos una ofrenda floral de la Comunidad de Madrid en la céntrica Puerta del Sol y otra de las centrales sindicales (UGT y CCOO) en la entrada de la estación de Atocha.

A ese acto también acudió la presidenta de la principal asociación de víctimas del 11-M, Pilar Manjón.

"Hoy es un día difícil, de dolor y lágrimas", dijo. "Además, nos han vuelto a remover las entrañas", agregó en referencia al atentado atribuido al grupo separatista vasco ETA que el viernes pasado costó la vida a un ex concejal socialista en la localidad vasca de Arrasate.