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El informe se conoció en momentos en que una misión internacional que incluye un moderno avión sanitario enviado por el gobierno de Francia aguarda un eventual permiso de la guerrilla para atender a la dirigente política que se encuentra de rehén.

El reporte sobre el estado de salud de la secuestrada más famosa que tienen las FARC en su poder hace seis años fue proporcionado por un médico que fue capturado hace 15 días en la población de Mosquera, cercana a Bogotá, y que, mientras estuvo al servicio de la insurgencia, atendió a Betancourt.

De acuerdo con el canal Caracol -cuyo informe fue reseñado por el diario El Tiempo-, el médico, identificado como Helver Uriel Rodríguez Cruz, atendió a la ex candidata franco-colombiana en una fecha reciente y entregó su informe a la Fiscalía.

Según las conclusiones entregadas por el profesional, Betancourt sufre dos tipos de paludismo, uno de los cuales le provocó un agrandamiento del hígado que podría llevarla a sufrir un colapso hepático.

Además, padece un dolor agudo a nivel hipocondrio derecho, reflujo esofagogástrico (acidez), dolor antropilórico, desnutrición grado A y colon irritable.

Medios colombianos aseguraron hoy luego de consultar con médicos de diferentes especialidades que la compleja situación podría causar en Ingrid una falla cardiaca por anemia o fallas de tipo renal o hepática.

El estado de salud de Betancourt se ha convertido en un tema de preocupación no sólo nacional sino internacional, ya que los comentarios de ex rehenes liberados en los últimos meses e informes extraoficiales proporcionados por vecinos mencionan que la mujer está gravemente enferma y corre el peligro de morir.

Esto hizo que los gobiernos de Francia -país de origen de Ingrid- y de Venezuela mostraran en las últimas horas desesperados intentos de colaborar en su liberación, para lo cual se comprometieron personalmente los presidentes Nicolas Sarkozy y Hugo Chávez.

El gobierno de Colombia, en tanto, anunció su disposición a dar por iniciado un canje de prisioneros en forma automática si las FARC liberan a uno de sus rehenes, con la vista puesta obviamente en la situación de Betancourt.

Sin embargo, la insurgencia rechazó el ofrecimiento e insistió en que la única forma en que se podrá concretar el canje humanitario es si las autoridades liberan las poblaciones de Pradera y Florida, en el sur del país.

La senadora colombiana Piedad Córdoba dijo hoy que desconoce si las FARC aceptarán la misión médica impulsada por Francia y apoyada por España y Suiza para atender a Ingrid.

Córdoba, que en los últimos meses sostuvo contactos con la guerrilla para la liberación de seis políticos secuestrados, señaló que esta vez el grupo rebelde mantiene el silencio y dijo que no sabe cuál es el verdadero estado de salud de Betancourt.

"No he hablado con la embajada francesa sobre el tema. Yo llegué a pensar que habían tenido contactos con la guerrilla para llevar a cabo la misión médica y seguramente por eso muchos pensaron que podría ser exitosa, pero entiendo que no había ningún contacto con ellos", dijo a la cadena radial Caracol.

"No sé si Ingrid está en buen o mal estado de salud. Se especula mucho sobre la salud de los retenidos y ustedes pudieron ver el caso de Oscar Tulio Lizcano el jueves en la noche, que aparentemente se ve en buen estado y dice que lo tratan bien", agregó la legisladora.

La senadora se refirió al caso del ex congresista, secuestrado por las FARC en agosto de 2000, quien en una prueba de vida conocida el jueves pidió al gobierno y al grupo guerrillero que concreten pronto un canje de rehenes por rebeldes presos, puntualizó un despacho de la agencia noticiosa alemana DPA.

Córdoba afirmó que, a pesar de soportar amenazas de muerte por su gestión ante las FARC en los últimos meses, seguirá empeñada en buscar el canje y que de ahora en adelante trabajará con más prudencia.

"Yo no me voy a marginar, voy a seguir trabajando porque creo que es un deber ético, una responsabilidad y es parte de los principios. El apoyo de muchas personas me impulsa a seguirlo haciendo", dijo.

El presidente de Colombia designó en agosto pasado a la senadora como mediadora en busca de un acuerdo de canje con las

FARC y ella comprometió después con su misión a Chávez.

Sin embargo, Uribe canceló la mediación en noviembre, con el argumento de que el presidente venezolano y Córdoba habían

cometido errores.

La senadora siguió buscando contactos con las FARC y en enero y febrero fue pieza clave en la entrega de Consuelo González, Clara Rojas, Gloria Polanco, Luis Eladio Pérez, Orlando Beltrán y Jorge Eduardo Géchem, políticos secuestrados entre 2001 y 2002.