"Decir que es un momento crítico es muy exagerado", agregó, el mandatario tras recordar los golpes de Estado que hubo en Bolivia, el asesinato de un presidente en 1946 y de otros varios líderes, como el socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz y el jesuita Luis Espinal, ambos en 1980. A su juicio, los comentarios sobre graves conflictos, posibles estados de sitio en su Gobierno o la militarización de la región opositora de Santa Cruz, no tienen base real y son "pura boca y pura prensa".

No obstante, el mandatario está confrontado con los líderes autonomistas de cuatro regiones, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, que están apoyados por los líderes de Cochabamba y Chuquisaca. Tras el referendo autonomista de Santa Cruz celebrado hace una semana, Morales convocó a los gobernadores opositores de esas regiones a dialogar el lunes para tratar de resolver el conflicto, aunque varios de ellos adelantaron que no asistirán.

El mandatario insistió en que se puede dialogar con la mediación de organismos internacionales, países amigos o la Iglesia Católica, aunque hoy volvió a criticar al cardenal Julio Terrazas, la máxima autoridad eclesiástica en Bolivia.

Según Morales, "la Iglesia Catóica, especialmente el Cardenal y su cúula, ya son un sindicato opositor al Gobierno". Sostuvo que la jerarquía eclesiástica hizo conocer al Gobierno sus observaciones al proyecto de nueva Constitución, pero, a su juicio, no se pronunció contra el estatuto autonómico de Santa Cruz. De hecho, el cardenal Terrazas avaló el referendo autonomista el pasado domingo al asistir a la votación, lo que le valió críticas del Gobierno de Morales que considera "secesionistas" e "ilegales" los estatutos aprobados en esa jornada