Miércoles, 21 de mayo de 2008 | Hoy
19:47 › DERECHOS HUMANOS
El represor Luciano Benjamín Menéndez y otros militares serán llamados a declarar por la justicia federal, en fecha a determinar, por delitos de lesa humanidad en el caso de Lidia De Marinis, una militante del ERP desaparecida durante la última dictadura militar. El juez federal Walter Bento, titular del Juzgado Federal 1, elevó la causa que recayó en el Tribunal Oral número 1, que ahora deberá fijar la fecha del juicio.
Serán llamados a declarar los acusados, el ex general de división Luciano Benjamín Menéndez, ex comandante del Tercer Cuerpo de Ejército; el ex teniente coronel Orlando Dopazo, del servicio de Inteligencia, y el ex coronel Tamer Yapur, interventor en Mendoza durante la dictadura militar.
Los tres ex militares están acusados de "privación ilegítima de la libertad" de Lidia De Marinis, quien en ese momento tenía 26 años, y el hecho ocurrió el 3 de junio de 1976 en la capital mendocina, dijeron los informantes.
El juez Bento dijo que la fecha de juicio la establecerá el Tribunal Oral número 1 "cuando reúna todos los requisitos que sean necesarios y se respeten las garantías constitucionales", para llegar a debate.
Bento manifestó que lo que hizo fue "mandar la causa al tribunal oral de turno" respetando primero "la instrucción" y segundo "la decisión de juicio" que deber tomar el Tribunal Oral uno, para que "se fije la audiencia de debate que es la que todos conocemos, que es durante un tribunal oral de debate", finalizó.
Lidia De Marinis, madre de un bebé de cinco meses, se había establecido con sus padres en un departamento ubicado en Catamarca y Montecaseros, a unas seis cuadras al noreste del microcentro, cuando hombres encapuchados que integraban un grupo de tareas ingresó en forma violenta minutos después de la medianoche del 3 de junio.
`Lila' De Marinis (como la nombraban los amigos y familiares), que era militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), ese día dormía en la última habitación del departamento cuando fue sacada violentamente por los militares.
Desde entonces la muchacha desapareció y ya han transcurrido 32 años de aquel hecho, sin que sus padres, Isabel y Armando De Marinis, y sus hermanos, volvieran a tener noticias sobre su paradero.
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