Jueves, 18 de septiembre de 2008 | Hoy
22:50 › BOLIVIA
El diálogo entre el gobierno de Bolivia y la oposición se inició con "muy buena voluntad" y con un pedido del presidente Evo Morales de "lograr acuerdos en cuatro o cinco días", mientras militantes de movimientos sociales acampan en los alrededores del centro de convenciones de Cochabamba a la espera de los resultados de las conversaciones.
"El presidente les ha pedido que el diálogo no sea interrumpido, que trabajemos aquí estos cuatro o cinco días, si es necesario seguidos, hasta lograr acuerdos, para que el país tenga resultados de este encuentro", señaló el portavoz presidencial, Iván Canelas.
Luego de las primeras horas de trabajo, que se inició esta mañana, el vocero aseguró que "hay muy buena voluntad" entre los sectores políticos del país para alcanzar un acuerdo, según reportó la agencia noticiosa estatal boliviana ABI.
"En Bolivia, a veces nosotros decimos que estamos acostumbrados a los conflictos y a llegar al borde del precipicio para comenzar a dialogar; creo que es lo que está ocurriendo", dijo Canelas.
Sin embargo, militantes de movimientos sociales afines al gobierno permanecían esta noche en los alrededores de la sede de las deliberaciones y aún no habían levantado el cerco a Santa Cruz, porque no estaba claro si las oficinas nacionales ocupadas y saqueadas por grupos de choque vinculados a la prefectura fueron desalojadas, como lo establecía el acuerdo marco para el inicio del diálogo.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, dijo que los prefectos opositores "han salido derrotados en esa confrontación que ellos mismos iniciaron y por esta situación incómoda y difícil en la que están, no les conviene romper el diálogo que, por supuesto, el gobierno tampoco lo va hacer", según informó el sitio web paceño Ultimas Noticias.
Rada justificó, también, la presión y la vigilancia que mantienen los movimientos sociales afines al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), al considerar que "es una reacción frente al grado de violencia que impuso el Comité Cívico Pro Santa Cruz, mediante la Unión Juvenil Cruceñista (UJC)".
"Llegó el momento de un ajuste de cuentas en el plano político y ajuste de cuentas legales, y eso se va hacer en el diálogo, donde los prefectos tienen la opción de plantearse salidas democráticas para el país y diferenciarse de los violentos, diferenciarse de los golpistas", dijo el ministro.
El diálogo que se inició hoy articulará tres mesas de trabajo: la de compatibilización de los estatutos autonómicos con la nueva constitución; la que discutirá el Impuesto Directo sobre los Hidrocarburos (IDH) y la financiación de la pensión universal a la vejez, y la tercera, que tratará las vacantes en el Tribunal Constitucional, la Corte Suprema y la Corte Nacional Electoral.
El presidente Morales participó de la apertura de la reunión y será el vice, Alvaro García Linera, quien comandará por parte del gobierno las negociaciones con los prefectos opositores de Santa Cruz, Rubén Costas; de Tarija, Mario Cossío; de Beni, Ernesto Suárez, y de Chuquisaca, Savina Cuéllar.
También estarán los demás prefectos del oficialismo, pero nadie representará al opositor Leopoldo Fernández, de Pando, que fue detenido por la masacre de por lo menos 15 campesinos y estudiantes del jueves 11 y a quien hoy se inició juicio por homicidio, tras la declaración del estado de sitio en esa región.
Del diálogo participan también el presidente de la Federación de Asociaciones Municipales (FAM), Luis Revilla; el presidente de la Cámara de Senadores, el opositor Oscar Ortiz, y el presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Edmundo Novillo.
Asimismo, están los ministros de Desarrollo Rural, Carlos Romero, ex constituyente del MAS que conducirá la mesa de trabajo constitucional; de Hacienda, Luis Arce, que encabezará la del IDH, y Héctor Arce, de Defensa del Estado, que presidirá la de vacantes institucionales.
Como veedores internacionales participan las iglesias católica, metodista y evangélica; representantes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas (ONU).
Mientras tanto, el presidente Morales firmó hoy acuerdos de explotación, exploración e industrialización de hidrocarburos con la empresa rusa Gazprom y la francesa Total, y mañana viajará a Panamá, donde será recibido por su colega Martín Torrijos, según informó la agencia noticiosa italiana ANSA.
Por su parte, el ex embajador estadounidense en La Paz, Philip Goldberg, expulsado de Bolivia la semana pasada, dijo hoy durante un encuentro con periodistas en el Diálogo Interamericano, un centro de análisis político en Washington, que el Departamento de Estado evalúa la política exterior hacia el país andino, donde Irán desarrolla una "preocupante" relación política.
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