El presidente de Francia presentó un paquete de medidas para atenuar los efectos de la crisis financiera global que, a su vez, implicará un fuerte incremento del déficit público.

La cifra corresponde a 1,3 por ciento del Producto Interno Bruto y conlleva un gasto adicional de 15.500 millones de euros en el presupuesto, con lo que el déficit del Estado en 2009 alcanzará un cuatro por ciento del PIB.

Hasta ahora se contaba con una suba de hasta 3,1 por ciento. El Pacto de Estabilidad de la Unión Europea (UE) establece un máximo de tres por ciento de déficit, aunque permite un endeudamiento mayor en situaciones de crisis excepcionales.

Francia se había comprometido a reducir su déficit, según un cable de la agencia alemana de noticias DPA.

"No tenemos otra opción", dijo Sarkozy durante la presentación del plan en la localidad de Douai, norte de Francia.

"No hacer nada sería mucho más caro", se sinceró. El mandatario indicó que el dinero se destinará a la inversión. "Las inversiones son caras. Pero cuesta más pagar seguros de desempleo cuando se pierden puestos de trabajo", añadió.

El programa también prevé gastos sociales, porque "la cuestión de la equidad es decisiva", según el presidente. En 2009 se entregará un cheque de más de 200 euros a 3,8 millones de familias, lo que implica un gasto total de 760 millones de euros.

"Sería moralmente escandaloso" conformarse con la miseria, señaló. Sarkozy también quiere invertir cerca de 1.800 millones de euros adicionales durante los próximos dos años a la construcción de viviendas.

Además, el Estado pagará el año próximo a las empresas 11.500 millones de euros en retribuciones impositivas adelantadas, para reactivar la inversión.