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Aunque no trascendió el contenido de la reunión, fuentes bien informadas no descartan la intervención del Estado nacional en la transmisión y comercialización de los próximos campeonatos.

Sin embargo, José Luis Meiszner, secretario ejecutivo de la AFA, y uno de los acompñantes de Grondona en la reunión con el Ejecutivo, señaló que "el Estado es ajeno a la decisión de la AFA. No hay un preacuerdo con nadie y no se habló de Canal 7".

"Si en la nueva gestión -agregó Meiszner- conseguimos un mayor y más fácil acceso para a ver los partidos por TV, estaríamos muy contentos. Pero no vinimos a pedir un subsidio".

"Llevamos al Estado nuestras inquietudes. Las inhibiciones económicas siguen y las necesidades están a la vista", agregó el dirigente, respecto de las deudas que los clubes tienen con Futbolistas Agremiados, por 30 millones de pesos. Deuda que fue el detonante de la postergación del comienzo del próximo campeonato, el Apertura.

Por su parte, el ministro de Economía, Amado Boudou, apoyó la decisión de la AFA, al señalar "como positiva cualquier medida que tienda a democratizar las distintas situaciones en el plano social y que una mayor cantidad de gente pueda acceder a ver el fútbol".