Sábado, 12 de septiembre de 2009 | Hoy
17:03 › UN LíDER DE LA REVOLUCIóN CUBANA
El vicepresidente cubano Juan Almeida Bosque, destacado líder histórico de la revolución encabezada por Fidel Castro, murió anoche, a los 82 años, por un paro cardio-respiratorio.
Unido a Castro desde el inicio de su lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista en los '50, Almeida fue comandante de la revolución, vicepresidente del Consejo de Estado, integrante de la conducción del Partido Comunista y diputado del Parlamento, además de escritor y compositor musical.
En un comunicado oficial que citan las agencias Ansa y DPA, el gobierno de Raúl Castro expresó su "profundo dolor" por la noticia y decretó para mañana jornada de duelo nacional, por lo que desde las 8 hasta las 20 la bandera nacional ondeará a media asta en los edificios públicos e instalaciones militares.
"El nombre del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque permanecerá por siempre en el corazón y la mente de sus compatriotas, como paradigma de firmeza revolucionaria, sólidas convicciones, valentía, patriotismo y compromiso con el pueblo", señaló el comunicado.
El texto destaca, además, que Almeida estuvo "siempre en la primera línea de combate junto al jefe de la Revolución, valiente, decidido y fiel hasta las últimas consecuencias".
El diario local Granma, órgano oficial del PC, evitó hoy su habitual portada con titulares en rojo y salió a la calle con toda su edición en negro por la muerte de Almeida, uno de los tres últimos comandantes de la revolución cubana, junto a Ramiro Valdés y Guillermo García.
Almeida había nacido en La Habana el 17 de febrero de 1927 y participó junto a Fidel Castro en el fallido asalto al cuartel Moncada de Santiago de Cuba del 26 de julio de 1953. Fue condenado por ese hecho a 10 años de prisión, pero salió de la cárcel gracias a una amnistía de Batista en 1955.
En 1956 se encontró también entre los expedicionarios del yate Granma, donde fue uno de los tres jefes de pelotones, y posteriormente combatió en la Sierra Maestra. En febrero de 1958 fue elevado al rango de comandante de la revolución y dirigió el llamado Tercer Frente de Santiago de Cuba.
Tras el triunfo de la revolución y el derrocamiento de Batista el 1 de enero de 1959, ocupó altos cargos en las Fuerzas Armadas, el Estado y el PCC.
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