Unos 30,5 millones de mexicanos están convocados a cambiar 12 de los 32 gobernadores del país, más de mil alcaldes y unos 500 diputados locales en estados como Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas y Durango, los más violentos por acción del crimen organizado.

Los comicios, que involucran a un 38 por ciento del padrón nacional, son la última gran cita electoral antes de las presidenciales de 2012 y tienen lugar seis días después del asesinato del candidato favorito a gobernador de Tamaulipas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rodolfo Torre Cantú.

Su hermano Egidio Torre Cantú, designado por el PRI candidato sustituto de una alianza tripartita, acudió a votar temprano acompañado por miembros de su familia, con custodia policial y chaleco antibalas.

En el estado de Oaxaca, en el sur del país, la policía detuvo en dos hoteles a 38 personas con material inflamable y bombas molotov, informó el comisionado policial, Jorge Alberto Quezadas Jiménez.

Horas antes de la apertura de urnas, la policía encontró los cadáveres de cuatro personas en Chihuahua. Dos colgaban juntos en un puente vehicular, y los restantes estaban en otros dos puentes de la ciudad, informó el portavoz de la Procuraduría de Justicia, Eduardo Esparza. En todo México han sido asesinadas más de 23.000 personas desde que asumió Felipe Calderón en diciembre de 2006.

En el estado de Hidalgo, en el centro del país, miembros de la alianza Hidalgo Nos Une, que busca sacar al PRI del gobierno estatal, denunciaron que policías entraron en su casa de operaciones y trataron de llevarse unas computadoras. Según afirmaron, los policías llegaron con el argumento de que hacían mucho ruido y militantes de la coalición, que postula como candidata a gobernadora a Xóchitl Gálvez del Partido Acción Nacional (PAN), impidieron que se llevaran los equipos de cómputo.

También el candidato a gobernador del Partido Acción Nacional (PAN) y Nueva Alianza a la gobernación de Veracruz, en el este del país, denunció intimidaciones. Miguel Ángel Yunes dijo que policías estatales trataron de entrar en su casa la noche del sábado y lo amenazaron con un arma, alegando que habían recibido denuncias de la presencia de gente armada en el sitio.

De los 12 estados que renovarán autoridades, nueve están gobernados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en algunos de ellos nunca ha gobernado otro partido, por lo que se formaron alianzas de derecha-izquierda para derrotarlo.

El PRI, que ocupó el poder a nivel nacional de 1929 a 2000, busca afianzarse para regresar a la Presidencia dentro de tres años y mantener la hegemonía que ha tenido durante más de ocho décadas en varios estados, como Sinaloa, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo o Veracruz. Los estados que cambiarán gobernadores, alcaldes y legisladores de los Congresos locales son, además, Aguascalientes, Chihuahua, el más violento de México, Durango, Hidalgo, Tamaulipas, Tlaxcala, y Zacatecas. En Baja California y Chiapas se renovarán solo alcaldías y bancas parlamentarias. Asimismo, en dos municipios de Coahuila habrá comicios extraordinarios de alcalde.

El Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece Calderón, ocupa dos de las gobernaciones en disputa (Aguascalientes y Tlaxcala), mientras que el Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) está al frente de una (Zacatecas). Estas dos agrupaciones, ideológicamente contrapuestas y que se enfrentaron en 2006 por un alegado fraude a favor de Calderón, ahora se unieron en seis estados.