Policías y huelguistas protagonizaron serios enfrentamientos y disturbios en una plaza del centro de Barcelona en la primera huelga general en España en ocho años, y al menos dos personas resultaron heridas y varias fueron detenidas. Más de 200 policías se enfrentaron con cientos de huelguistas que arrojaron botellas y palos y se enfrentaron cuerpo a cuerpo con los agentes en la Plaza Cataluña cuando quisieron evitar el desalojo de un banco abandonado tomado por activistas como protesta contra las medidas de ajuste adoptadas por el gobierno.

Otro de los incidentes más graves se produjo en Getafe, al sur de Madrid, donde nueve personas resultaron heridas durante un enfrentamiento entre la policía y piquetes sindicales a las puertas de la factoría del fabricante de aviones EADS-CASA, informó el sindicato Comisiones Obreras (CCOO). En el transcurso de estos altercados, los agentes efectuaron hasta ocho disparos al aire, dijo el líder de CCOO en la región, Javier López. Los trabajadores recogieron los casquillos y comunicaron los hechos a la delegación del gobierno central en la Comunidad de Madrid. El Ejecutivo anunció que investigará lo ocurrido.

En Valladolid, en el norte del país, otras cinco personas resultaron heridas en un enfrentamiento entre sindicalistas y la policía a las puertas de la factoría del fabricante de neumáticos Michelin, según fuentes de la Unión General de Trabajadores (UGT). Los secretarios de Organización de CCOO y UGT, Antonio del Campo y José Javier Cubillo, criticaron la "brutalidad" de la policía contra los integrantes de los piquetes sindicales, algo que en sus palabras no sucedió en anteriores huelgas.

La primer gran protesta contra el presidente José Luis Rodríguez Zapatero afecta especialmente al transporte -se cumplen servicios mínimos- la industria, y el comercio, que cerró mayoritariamente en las emblemáticas calles como la Gran Vía madrileña y Las Ramblas de Barcelona, así como en otros centros urbanos. Las grandes superficies comerciales, como el Corte Inglés de la capital y de la ciudad condal, que abrieron sus puertas, se vieron afectados por piquetes de manifestantes que al grito de "Huelga general" bloquearon momentáneamente sus puertas.

Según las dos grandes centrales sindicales de España, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), unos 10 millones de trabajadores participan de la huelga general, que está teniendo un seguimiento "masivo" en la industria, los servicios y las administraciones públicas, lo que supone un "éxito". Otro de los datos aportados para reflejar el alcance de la huelga es que el consumo energético registró caídas similares a un día feriado.

En cambio, el Ministro de Trabajo español, Celestino Corbacho, negó que el país esté paralizado. "Con mayor o menor dificultad los ciudadanos han podido desplazarse y ejercer su derecho a trabajar", sostuvo en conferencia de prensa. El líder de UGT, Cándido Méndez, consideró que la huelga es "un éxito democrático" y animó a los trabajadores a acudir a las más de 100 movilizaciones convocadas durante la jornada de huelga.

"No será fácil para el gobierno negar el alcance de esta huelga, pero no nos conformamos con un éxito de participación, queremos una rectificación de las política que han motivado la convocatoria de la huelga general", subrayó, por su parte, el Secretario General de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. El Ejecutivo español ya anunció que no rectificará la reforma laboral y seguirá adelante con la reforma del sistema de pensiones y los recortes de gasto de los presupuestos del Estado para 2011, que previsiblemente aprobará el Congreso mañana.