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Argentina no le encontró la vuelta al dinámico sistema de Japón, que consiguió su ventaja a los 18 minutos del primer tiempo a través de Shinji Okazaki, quien aprovechó un rebote que dio el arquero Sergio Romero ante la pasividad de la defensa argentina.

El equipo del "Checho" Batista salió a la cancha con la intención de tener la pelota y atacar, por lo que puso en cancha un equipo con Andrés D"Alessandro, Lionel Messi, Carlos Tevez y Diego Milito.

Pero Japón, en el debut de su técnico, el italiano Alberto Zaccheroni, puso las cosas difíciles al equipo argentino, con una ordenada y nutrida defensa contra la que la albiceleste chocaba una y otra vez, sin poder encontrar huecos. Debido a ello, el equipo de Batista careció de ocasiones en el primer tiempo.

Milito, aparentemente lesionado, dejó su lugar en el minuto 32 a Gonzalo "Pipita" Higuaín, mientras que Esteban Cambiasso se tuvo que marchar al final del primer tiempo y ceder su plaza a Mario Bollatti, en una mala jornada para los jugadores del Inter de Milán.

En el segundo tiempo, con su posición ordenada, Japón siguió llevando más peligro que Argentina, dirigido por la batuta de estrella Keisuke Honda. El equipo nacional sólo se acercó con peligro en el minuto 58 con un disparo desviado de Leo Messi.

Tras esa jugada, Batista decidió dar entrada en el terreno a Javier Pastore, en lugar de D"Alessandro. Ese cambio pareció dar alas a Argentina que tuvo su mejor ocasión en el minuto 67, con un centro de Messi y remate dentro del área con la izquierda de Tevez que se marchó fuera.

A falta de 14 minutos para el final, Batista lanzó un último intento de equilibrar el marcador con la entrada de Ezequiel Lavezzi y poco después a Angel di María, pero estas dos apuestas ofensivas no dieron resultado positivo a Argentina.

Cerca del final, Japón armó un rápido contragolpe que pudo significar el 2-0, pero el disparo de Ryoichi Maeda encontró una buena intervención de Romero.

Argentina y Japón se habían enfrentado antes en seis ocasiones entre 1992 y 2004 y en todas ellas se había impuesto la albiceleste, incluido un partido del Mundial de Francia-98 (1-0, con gol de Gabriel Batistuta).