El detenido acusado del llamado extorsivo a la tía de Candela en la noche del lunes 29 de agosto, cuando el cadáver de la pequeña todavía no había aparecido, es un joven apodado "Marquitos" y se espera que sea sometido a una pericia de voz para saber si fue él el que efectivamente llamó para avisar que "ahora sí que no van a volver a verla nunca más".

Los otros dos apresados anoche estarían vinculados el secuestro. Trascendió que las capturas ocurrieron en distintos puntos del conurbano oeste, a raíz de una serie de indicios a los que había llegado la Fiscalía en las últimas horas. De hecho, un remisero que había sido detenido junto a su esposa en la noche del lunes pasado por un arma que se encontró en su domicilio se convirtió en un testigo protegido por la justicia, y se cree que habría aportado datos clave.

Por otra parte, es indagado en los Tribunales de Morón el carpintero Ramón Néstor Altamirano, imputado como "partícipe necesario" en el secuestro de la pequeña que fue encontrada muerta, tras nueve días de cautiverio. El abogado del acusado dijo que su cliente "es un perejil y lamentablemente ahora el propio fiscal Tavolaro se va a dar cuenta, porque mi cliente no tuvo el derecho de defensa que es dar su declaración".

Altamirano busca desmentir las acusaciones de un testigo de identidad reservada que aseguró que él, su esposa y un sobrino secuestraron a Candela y se la llevaron a la vivienda de Charrua 1081 de Villa Tesei.