Sáenz de Santamaría aseguró que, por su trayectoria, Mario Vargas Llosa era una de las personas "más idóneas" para presidir el Instituto Cervantes, pero el escritor "no ha podido" aceptar el cargo, aunque el autor de Conversación en la Catedral manifestó su disposición a seguir colaborando con el organismo.

Vargas Llosa, de 75 años, ya había declinado la misma responsabilidad en 1996, cuando el entonces presidente del Gobierno y también conservador, José María Aznar, le ofreciera encabezar el Instituto. El pasado miércoles, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, pedió públicamente al escritor que aceptara la propuesta, mientras el titular de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, manifestaba por adelantado su satisfacción en caso de que el novelista aceptara el cargo.

Desde el Partido Socialista (PSOE), su portavoz en la Comisión de Cultura del Congreso, José Andrés Torres Mora, acusó al Gobierno de haber "improvisado" la propuesta. "No entiendo semejante improvisación", denunció el portavoz, quien consideró que a García-Margallo se le "ocurrió una jugada brillante en la pugna del Ministerio de Asuntos Exteriores con el de Educación y Cultura para mantener bajo su control el Instituto Cervantes". "Y ahora se encuentra con que Vargas Llosa prefiere, legítimamente, seguir dedicándose a la literatura", aseveró el diputado

El escritor peruano Fernando Iwasaki, buen amigo de Vargas Llosa, por su parte, dijo que si el Premio Nobel "ha declinado la oferta es porque nadie mejor que él sabe las responsabilidades reales que tendría, de asumir una dignidad tan importante como ésta". "Creo que lo que ha hecho es absolutamente legítimo, responsable y consciente", aseguró Iwasaki. Luis Goytisolo, novelista y académico de la Lengua española, cree que "es una pena para el Cervantes" que Vargas Llosa no haya aceptado ser presidente, pero comprende que ese puesto da "mucho trabajo y muchas preocupaciones", y el escritor "tiene sus propios trabajos y sus propias preocupaciones". "Hubiera sido un presidente ideal", se lamentó. Quien considera que Vargas Llosa "ha actuado muy bien" es Antonio Muñoz Molina, quien, "con todos los respetos" hacia el novelista peruano, se preguntaba qué haría él en el Cervantes, y atribuía la oferta a "la política de gestos" en lugar de "al análisis serio y el trabajo pegado a la realidad". "Todo era un despropósito", advirtió a la agencia Efe Muñoz Molina.