El plan de ajuste presentado por Rajoy, por un valor de 65 mil millones de euros, el más duro en la historia de la democracia española, suprime la paga extra de Navidad a casi la totalidad de los trabajadores público, lo que se suma al recorte medio del 5 por ciento de los sueldos, aplicado por el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Con ese telón de fondo, el ministro de Haciendo destacó hoy el apartado del plan de ajuste en el que se limita la quita del extra para los sueldos menores, el 0,57 por ciento del total.

Frente a estas medidas, los trabajadores públicos cortaron nuevamente el tráfico en varios puntos de la capital española, en unas protestas que se están sucediendo prácticamente a diario desde el miercóles de la semana pasada, cuando Rajoy desgranó sus nuevas medidas en el Congreso de los Diputados. Un centenar de agentes de la Policía Nacional fuera de servicio se unieron hoy a la movilización ciudadana.

Para esta tarde había convocadas nuevas protestas en las inmediaciones del Congreso de los Diputados, que estos días permanece blindado por las fuerzas de seguridad.

En tanto, el Tesoro Público español colocó esta mañana 3.560 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, superando ligeramente el objetivo que se había fijado para la primera subaste de deuda pública tras el anuncio del plan de ajuste, y rebajando notablemente los intereses a pagar por ellas.

"Los inversores valoran los esfuerzos del gobierno en la consecución de los objetivos de reducción del déficit y el proceso de saneamiento del sector financiero", festejó el ministro de Economía, Luis De Guindos.

Por su parte, el monarca, de 74 años, aceptó reducir su sueldo de acuerdo al porcentaje medio que a los funcionarios les va a suponer la supresión de la paga extra de Navidad anunciada por Rajoy. El pequeño gesto llega después de unos meses en los que el rey Juan Carlos y su familia han estado en la mira de la sociedad española. Primero fue la imputación en un caso de malversación del marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín, y luego el polémico viaje del rey a Botsuana, por el que acabó pidiendo disculpas.

En los últimos tiempos, además, parte de la izquierda parlamentaria ha criticado al gobierno de Rajoy que no se tocase el dinero que se destina a la Casa del Rey mientras los españoles sufren recorte tras recorte, en una España sumida de nuevo en la recesión y con más de 5,6 millones de personas sin trabajo.