La segunda movilización consecutiva, menor en convocatoria, trascurría en forma pacífica, sin embargo, un buen número de policías antidisturbios mantuvieron de nuevo blindada la cámara baja del Parlamento español. Entre otras consignas, los concentrados en Madrid gritaron "¡Dimisión!", una consigna dirigida a Rajoy pero también al resto de la clase política española.

Durante su exposición en el Council of the Americas, Rajoy insinuó un respaldo a las medidas de ajuste al hablar de quienes no se manifiestan: "No se les ve, pero están ahí, son la mayoría de los 47 millones de personas que viven en España. Esa inmensa mayoría está trabajando, el que puede, dando lo mejor de sí para lograr ese objetivo nacional que nos compete a todos, que es salir de esta crisis".

Por la mañana, el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz consideró que la policía actuó "magníficamente" y "cumplió con su deber ante algunos manifestantes que usaron demasiada violencia".

Los manifestantes se habían ido reuniendo desde la tarde en la Plaza de Neptuno, situada a apenas unos cientos de metros del Congreso de los Diputados, convocados por la misma plataforma ciudadana, "25-S. Rodea el Congreso", que llamó a la protesta del martes.

Esta plataforma denuncia que los políticos tienen la democracia "secuestrada" y exige la dimisión del gobierno del PP, la disolución del Parlamento y un nuevo proceso constituyente.