El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los líderes demócratas y republicanos del Congreso finalizaron la reunión convocada a último momento por el mandatario norteamericano para intentar evitar que el país caiga en un "abismo fiscal" a partir del 1° de enero.

"Espero que esto se pueda lograr", dijo Obama tras la cita en la Casa Blanca, y aseguró que se trata de evitar un incremento tributario para la clase media. El mandatario declaró ser "levemente optimista" de que se pueda llegar a un acuerdo antes de que termine el año y calificó de constructivas las conversaciones mantenidas en la Casa Blanca con los líderes del Congreso.

El mandatario agregó que es "levemente optimista" de que pueda alcanzarse un acuerdo de último minuto en el Congreso. "El pueblo estadounidense está observando qué estamos haciendo. Obviamente su paciencia es actualmente muy poca", dijo.

Obama dijo que los senadores Harry Reid (demócrata) y Mitch McConnell (republicano) trabajarán en las próximas 24 horas en un plan bipartidista que pueda obtener el respaldo tanto de la Cámara de Representantes como del Senado. Si no fuera posible ese acuerdo, el presidente señaló que Reid, líder demócrata del Senado, someterá a votación de la Cámara alta el plan que la Casa Blanca considera el mínimo indispensable para evitar el abismo fiscal.

Dicho plan, defendido por Obama, pretende que no suban los impuestos a la clase media, extender las prestaciones por desempleo para 2 millones de beneficiarios y al menos sentar las bases para reducir el déficit a medio y largo plazo.