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Letta se reunió en Roma con Napolitano, quien ya abrió una ronda de consultas con los partidos representados en el Parlamento para buscar una solución y una nueva conformación de poder. El procedimiento será el mismo que siguió a la renuncia de Silvio Berlusconi en noviembre de 2011, y posteriormente de Mario Monti en diciembre de 2012, pero esta vez la respuesta está ya escrita: Matteo Renzi.

Renzi es alcalde de Florencia y líder de la formación "progresista" que aconsejó quitarle el apoyo al sacudido gobierno de Letta, un día después de que se presentara un programa social y económico para salir de la crisis.

El amplio sector del Partido Demócrata liderado por Renzi está dispuesto a encabezar un gobierno de coalición que agote la legislatura, prevista en 2018, y que realice las reformas necesarias y de impulso al país.

Por su parte, Barroso, titular de la CE, contó que se reunió "muchas veces" con Renzi y lo calificó como "un europeo con un profundo interés en avanzar en el proceso de integración europea", siendo que "la posición general de Italia siempre ha sido muy leal al proyecto europeo", añadió.

Barroso añadió que la Comisión confía en que Italia tiene "voluntad y capacidad" de realizar sus reformas y esfuerzos de consolidación. El país asume la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE) el 1 de julio.