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"Todavía hay mujeres que sufren y tienen miedo del comportamiento injusto de los hombres: esta era debe finalizar", sentenció el presidente iraní en el discurso difundido por la televisión.

"Como jurista y como jefe del poder Ejecutivo, admito que todavía hay muchas deficiencias para el cumplimiento de los derechos de las mujeres y la justicia de género en este país", agregó Rohani al conmemorarse el nacimiento de Fátima, la hija del profeta Mahoma.

En sus palabras, el mandatario fue contundente al preguntar: "¿Es posible olvidar a la mitad de la sociedad, dejar de lado al 50 por ciento de los miembros o apartarlas?".

Para defender su posición, el mandatario recordó el rol que muchas mujeres cumplieron durante la Revolución Islámica en 1979, el levantamiento popular que puso fin al corrupto régimen del Sha, un aliado incondicional de Estados Unidos en la región, y dio inicio a la conservadora teocracia que gobierna actualmente el país.

El discurso de Rohani toma relevancia frente a las palabras del ayatollah Ali Jamenei, quien aseguró ayer que "el tema del empleo de las mujeres es secundario. Lo que hay que hacer es ver cuáles son los factores que impiden la tranquilidad en sus casas. Si la mujer no tiene tranquilidad no puede ser madre y administradora de la familia, esta es la cuestión principal".

El ayatollah, que suele representar las posiciones más conservadores frente a los intentos de apertura de Rohani, pidió a las mujeres "vaciar por completo la mente de los estereotipos occidentales" y entender que "el tema de la mujer no es separable del tema de la familia".