El jefe de Policía, Sam Dotson, informó que el agente fuera de servicio persiguió al muchacho y, "tras un altercado, el sospechoso sacó un arma y disparó tres veces" hasta que se le encasquilló la pistola. Entonces, siempre según Dotson, el policía abrió fuego e hizo 17 disparos que hirieron mortalmente a Myers.

El asesinato ocurrió el miércoles pasado, día en que también hubo protestas, aunque no con la dimensión de las de esta tarde. La policía detuvo a varios manifestantes que quemaron banderas de Estados Unidos. El hecho recuerda el asesinato de Brown, también de 18 años, por parte de un agente blanco en la localidad de Ferguson, y que causó una larga ola de disturbios.

Myers, según el tribunal de Misuri, había sido convocado a presentarse a una audiencia en noviembre próximo por cargos presuntamente relacionados con el "uso de armas y resistirse a un arresto". Al parecer, el joven fue imputado por "una persecución por parte de la Policía por exceder los límites de velocidad y una colisión posterior", indicaron.

Los familiares del joven realizaron una vigilia anoche en su memoria, y su madre, Syreeta Myers, aseguró que "su hijo no iba armado" y que "llevaba un sándwich en la mano cuando le dispararon, y no una pistola". "La Policía miente. Mintieron también acerca de Michel Brown", subrayó.