En la apertura del encuentro, Fuster reconoció que era "un honor" presidir la fundación desde 2014 y que no quería usar la palabra orgullo porque su verdadera pasión eran los pacientes "y por ellos seguiré trabajando".

La Presidenta contó los pormenores de la decisión de operarse con un médico de 40 años, cosa que le desaconsejaban algunos allegados, y afirmó que "siempre apuesto a la juventud". Reconoció que al principio "desconfiaba, porque uno tiene sus adversarios", y luego celebró no solo la atención recibida por todo el personal de la Favaloro sino también las visitas diarias de Fuster y del doctor Francisco Klein.

"Espero ser la primera Presidenta que participa de un homenaje como el de hoy, porque significará que vamos por buen camino", concluyó Cristina.