Insurgentes atacaron anoche la base de la OTAN en la provincia de Kapisa, al norte de Kabul, y cuando las tropas respondieron con un bombardeo aéreo, mataron a cinco mujeres, tres niños y un hombre, dijo el vicegobernador provincial, Daud Hashimi.

Un vocero del Ministerio del Interior afgano también dijo que nueve civiles murieron en un ataque de la OTAN en Kapisa, informó la agencia ANSA. El vocero pidió no ser identificado y afirmó que el Ministerio preparaba un comunicado oficial sobre el hecho.

Un vocero militar estadounidense, William Mitchell, dijo que se investigaba el hecho, sin confirmar ni negar las informaciones sobre víctimas y sobre la participación de fuerzas de la OTAN. En la base de Kapisa hay cientos de soldados norteamericanos.

Las noticias llegan un día después de que afganos heridos y otros testigos afirmaran que marines estadounidenses mataron a dieciséis civiles e hirieron a otros 34 al disparar indiscriminadamente contra autos y personas cuando huían de un atacante suicida e insurgentes armados en una ruta del este de Afganistán.

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, expresó hoy su condena por la muerte de estos diez civiles y ordenó la apertura de una investigación sobre el episodio, ocurrido cerca de la ciudad de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar.

El gobierno afgano informó que una delegación y un miembro de la coalición viajaron a la región para investigar el caso.

"Karzai condena con fuerza el incidente", sostuvo la oficina de la Presidencia afgana en un comunicado.

El Ministerio del Interior dijo hoy que fueron diez los civiles muertos, y no 16 como se había informado inicialmente.

El ejército estadounidense negó haber hecho los disparos que provocaron las muertes, y en cambio señaló que podrían haber sido efectuados por los insurgentes.

Cientos de afganos protestaron ayer por este ataque, cortaron la ruta donde ocurrió el hecho y lanzaron piedras a la policía al grito de "Muerte a Estados Unidos", "Muerte a Karzai".