Lunes, 3 de septiembre de 2007 | Hoy
00:00 › LLEGADA SORPRESIVA DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS A IRAK
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llegó el lunes en una sorpresiva visita a esta base situada en el desierto del oeste de Irak, para reunirse con líderes iraquíes y comandantes estadounidenses, informó la Casa Blanca.
El presidente Bush está acompañado por la secretaria de Estado Condoleezza Rice, el asesor de seguridad Stephen Hadley y otros asesores, añadió la Casa Blanca.
Estaban esperando al mandatario en la base, situada en la provincia de Anbar, el secretario estadounidense de Defensa Robert Gates, el general Peter Pace, el almirante William Fallon, comandante de las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio y el general David Petraeus, principal autoridad militar norteamericana en Irak.
"Se trata del último encuentro de importancia de los consejeros militares del presidente y los dirigentes iraquíes antes de que el mandatario decida el camino a seguir", dijo el portavoz del Pentágono, Geoff Morrell.
La llegada de Bush coincide con la retirada de las tropas británicas de Basora (sur).
Esta visita ocurre además cuando se espera, en unos diez días, un informe oficial sobre la situación de Irak.
El general Petraeus y Ryan Crocker, embajador de Estados Unidos en Bagdad, darán un informe los días 10 y 12 de septiembre, ante las dos cámaras del Congreso, sobre la estrategia decidida en febrero por el presidente Bush para poner fin a la violencia y ayudar a la estabilización de Irak con envío de refuerzos militares.
La última visita del presidente Bush en Irak fue en junio de 2006.
"Es una reunión decisiva. Esta reunión lo acercará de una decisión si todavía no la ha tomado", agregó el portavoz.
El presidente estadounidense se entrevistará en Irak con el Primer ministro Nuri al-Maliki, ministros de su gobierno y representantes tribales.
La Casa Blanca informará de la situación al Congreso el 15 de septiembre para convencer a los parlamentarios de continuar financiando la guerra.
La oposición demócrata mayoritaria en el Congreso estadounidense busca desde hace meses obtener un calendario de retirada de los soldados estadounidenses de Irak.
Pero Bush y los comandantes estadounidenses pidieron tiempo para evaluar los resultados de su estrategia.
La estrategia del presidente Bush de enviar unos 26.000 soldados suplementarios a Irak está en juego tras una guerra impopular que provocó ya la muerte de más de 3.700 soldados estadounidenses y decenas de miles de civiles iraquíes.
El presidente desea continuar esta estrategia de refuerzo que, según él, hará posible reducir la violencia en Irak por lo menos hasta inicios del año próximo, pero los demócratas tratarán de nuevo de obligar a que regrese la mayoría de las tropas de combate de aquí al mes de mayo.
Luego de Irak, el presidente estadounidense irá a Australia para la cumbre de la APEC.
La llegada de Bush coincidió con la retirada de los soldados británicos de su última base de Basora, gran ciudad del sur de Irak, en un marco de tensiones entre Estados Unidos y sus aliados británicos sobre la política a seguir en Irak.
A fines de agosto, el Pentágono había expresado su "inquietud" en torno a una próxima salida de los británicos de Basora, donde "reina una situación casi mafiosa" y la seguridad está amenazada por "intereses criminales".
Fuente: AFP
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