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A las 9 del lunes, los 236 representantes de profesores, graduados y alumnos de la UBA se reunirán en el Colegio Nacional de Buenos Aires para intentar elegir al nuevo rector de la universidad. Como en las cuatro tentativas anteriores, la incógnita previa es si podrá sesionar la asamblea, con los estudiantes de la FUBA llamando a impedir la elección hasta que no se reformen los estatutos de la universidad. Esta vez se sumaría un nuevo ingrediente: la policía, cuya presencia fue solicitada por el vicerrector de la UBA, Aníbal Franco, para prevenir incidentes y garantizar la sesión.

En ese escenario, ayer comenzaron a posicionarse los actores universitarios. Aunque el Gobierno no informó aún si prestará el operativo de seguridad, los dirigentes de la FUBA, junto a pares de otras federaciones, pidieron ante el Ministerio de Educación que el lunes “no se disponga un destacamento policial para reprimir”. Por su lado, el espacio de izquierda y centroizquierda que postula como rector a Alberto Kornblihtt dio a conocer un manifiesto (ver aparte), donde expresa su rechazo a la asamblea con ingreso restringido y fuerzas de seguridad, pero reafirma su voluntad de participar e iniciar el proceso de reforma estatutaria, el punto de que se abordará una vez elegido el titular del rectorado.

En diálogo con Página/12, también se expresó Alberto Boveris, actual decano de Farmacia y candidato a rector del bloque mayoritario en la UBA, integrado por radicales, peronistas y otros aliados de ocho facultades.

–¿Qué se modifica con la ratificación de su candidatura en lugar del decano de Derecho, Atilio Alterini?

–No creo que en sí cambie nada. Hubo una evolución del proceso, siguen los mismos protagonistas, las mismas propuestas programáticas. Lo que cambió es la situación, el proceso ha ido madurando y los actores tienen ahora distinto peso político. Hay una necesidad general de tener un rector en la universidad, con su gabinete constituido, que ponga en funcionamiento a la UBA. Hay una necesidad de hacer la asamblea para elegir rector y abrir la reforma de los estatutos.

–Pese al cambio de candidato, ¿se van a sostener la plataforma del bloque y los acuerdos de gestión?

–Los acuerdos programáticos son inamovibles, fueron hechos con participación de mucha gente. La definición de las personas que van a integrar la gestión es un proceso aún no consolidado. La idea es definir líneas de acción y después designar nombres. Hay acuerdos para que las facultades participen según las experticidades de cada uno. Hay áreas en que están involucradas más de una facultad, como el caso de la salud, y es normal que se requiera tiempo de discusiones bilaterales y también entre tres o más partes. La gestión de la universidad no puede ser responsabilidad de uno solo, sino de un conjunto de personas.

–¿Cree que se va a poder realizar la asamblea el lunes?

–Sí, soy optimista.

–¿Por qué?

–Por informaciones y comentarios que hemos recibido.

–¿Hubo respuesta del Gobierno ante el pedido de custodia policial?

–No hubo respuesta oficial, pero sabemos que el ministro del Interior recibió la petición y consultó a sus pares, a otros funcionarios, como corresponde. Tomó conocimiento y están actuando.

–Si finalmente resulta elegido rector, ¿cuáles serían sus primeras medidas?

–Lo primero es resolver la ejecución presupuestaria. Hay que garantizar los recursos necesarios para pagar los salarios de los docentes y los no docentes, y para los gastos de funcionamiento. Y la otra prioridad es dar señales rápidas de interés en la calidad académica de la enseñanza de grado. Tenemos que hacer llegar a los estudiantes el mensaje de que la educación es la prioridad para la universidad.