Las movilizaciones convocadas por el candidato mexicano derrotado Andrés Manuel López Obrador para exigir un nuevo recuento de los votos comenzaron en al menos 22 de los 32 estados del país. El objetivo es confluir el domingo en la Ciudad de México para protestar contra el resultado de las presidenciales del 2 de julio, que dieron el triunfo por un estrecho margen al candidato conservador del Partido Acción Nacional –PAN–, Felipe Calderón.

Fuentes del Partido de la Revolución Democrática –PRD–, que respalda la candidatura de López Obrador, indicaron que anteayer, primer día de las movilizaciones, reunió a unas 40 mil personas que se desplazan en caravanas desde numerosos puntos del país. Los seguidores del líder izquierdista se desplazan en automóviles, micros y a pie por distintos estados para denunciar lo que califican de fraude electoral. El domingo está convocada una manifestación en la capital mexicana que recorrerá las principales calles del centro de la ciudad hasta llegar a la gran plaza del Zócalo, escenario preferido por López Obrador para los actos de masas.

Mientras calientan los ánimos en la calle, los responsables de campaña del candidato perredista llevan a cabo una campaña contra el Instituto Federal Electoral –IFE–, con el propósito de poner en entredicho su papel de árbitro de la votación. López Obrador ha acusado a las autoridades electorales de abrir los paquetes donde se guardan las papeletas de votación y ha sembrado de nuevo la sospecha contra el IFE.

El catedrático Lorenzo Córdoba, especialista en temas electorales de la Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM–, precisó ayer que la apertura de paquetes electorales es un procedimiento normal cuando se presentan impugnaciones –llamados juicios de inconformidad– contra el resultado de una consulta electoral.

El IFE ha decidido suspender la apertura de los paquetes electorales y esperará a que lo solicite el Tribunal Electoral, cuando este organismo empiece a examinar las impugnaciones contra el resultado electoral.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.