El cuento por su autor

Walter es un personaje de mi novela Las chanchas. Cuando anoté el nombre Walter, al comienzo de este cuento, no sabía quién era. Avancé un poco, reescribí, y me dije: es el de Las chanchas, tiene que ser él. Esos reconocimientos suelen ocurrir. No sé si está bien que sea así, pero ocurren. Se parece un poco a ese juego de ir por la calle descubriendo caras de famosos en gente anónima. Walter no es famoso. Aunque para mí sí lo es porque me acompañó en la escritura de Las chanchas. El no aparece mucho en la novela. Sólo al principio y al final. Podría ser un testigo de los hechos de la novela que nunca se manifiesta. Toda la novela podría estar construida por Walter, el fletero, que mira las vidas de los demás personajes desde las ramas de su nogal. En este relato está su nogal, están las nueces, su F100 blanca y la historia de amor previa a su participación en Las chanchas. Antes de escribir todo esto no lo conocía mucho a Walter. Y lo que veo, ahora, es que es como los otros personajes de Las chanchas: un hombre solo que, de golpe, en forma extraña, encuentra compañías, trata de conservarlas de forma extraña y las pierde de forma extraña.