Domingo, 21 de febrero de 2016 | Hoy
EL PAíS › LA CAUSA POR LA MUERTE DEL FISCAL ENTRA EN UNA ETAPA CRUCIAL
El último día de febrero declara Stiuso, luego la Cámara decide si el caso pasa a la Justicia Federal, más amable con el macrismo, y se realiza la junta de peritos médicos y criminalísticos para tratar de determinar qué pasó.
Por Raúl Kollmann
e Irina Hauser
Marzo será trascendente en el expediente por la muerte de Alberto Nisman. Hacia fines de ese mes es seguro que la Cámara del Crimen convocará a las partes para que argumenten por qué la causa debe o no debe pasar al fuero federal. El punto nodal es la existencia o no de evidencias de que podría tratarse de un homicidio. Hace una semana, la jueza Fabiana Palmaghini reiteró que no las hay como para hablar de asesinato y que, por ahora, no se sabe qué pasó. Pero también en marzo es muy probable que empiece la llamada junta interdisciplinaria, una especie de consejo de médicos forenses, criminalistas y otros profesionales para evaluar las hipótesis de suicidio o asesinato. La ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, presiona fuertemente por el pase al fuero federal –más afín al macrismo– y esgrimió el jueves un curioso argumento: “El 80 por ciento de los argentinos e incluso en el exterior piensan que a Nisman lo mataron”.
Y en el último día de febrero, el 29, va a declarar ante Palmaghini, la fiscal Viviana Fein y los abogados de todas las partes que actúan en el caso el ex hombre fuerte de la SIDE Horacio Antonio Stiuso. El rumor extendido es que Stiuso tiene ansias de venganza contra el gobierno de Cristina Kirchner, por lo que algunos suponen que orientaría sus dichos contra funcionarios de la administración kirchnerista o integrantes de la ex SIDE. No lo hizo cuando hace un año declaró ante la fiscal Fein. En ese momento sostuvo que no aportó nada a la denuncia de Nisman contra CFK y que le hubiera recomendado no presentarla. El ex espía, sin embargo, no explicó por qué no le atendió el teléfono a Nisman el viernes 16 y sábado 17 de enero de 2015, vísperas de su muerte.
Quienes no quieren a Stiuso esbozan el siguiente cuadro:
- Es público y notorio que Stiuso y Nisman tenían una relación muy estrecha en la que Stiuso tenía la voz cantante. Stiuso contaba con los ilimitados fondos de la SIDE y ambos cultivaban vínculos muy fuertes con los servicios de inteligencia norteamericanos e israelíes y con los sectores más conservadores de Washington y Jerusalén. Lo que sugieren es que el ex agente convenció a Nisman de que lo iban a echar de la fiscalía en febrero de 2015. Esa versión tiene poco sostén en los hechos: los cambios en las fiscalías se hicieron en el diciembre anterior y a Nisman no lo tocaron, pese a que los familiares de las víctimas insistían en que debía ser desplazado. Entre otras cosas porque “viaja mucho y trabaja poco”, como sostuvo la agrupación Memoria Activa.
- Para contrarrestar el supuesto despido, Nisman adelantó su regreso del viaje a Europa con su hija y presentó una denuncia contra la Presidenta que venía forjando, de forma ambivalente. En algunos textos la acusaba, en otros la elogiaba. Supuestamente Stiuso impulsó la presentación de la denuncia. El ex agente le habría prometido además a Nisman escuchas adicionales que sirvieran de fundamento para esa denuncia, que hacía agua por todos lados. Según dijo uno de los hombres más cercanos a Stiuso, Alberto Mazzino, no existían esas escuchas. Finalmente, Stiuso habría dejado solo a Nisman. Durante su último fin de semana, el fiscal lo llamó cuatro veces y Stiuso no lo atendió. Ante Fein argumentó que tenía el aparato en vibrador y no lo escuchó. Parece poco creíble.
Habrá que ver qué dice Stiuso el 29 a las 10 en Tribunales. El ex agente siempre tuvo una estrecha relación con Arroyo Salgado y se habla de una revancha contra el kirchnerismo.
La jueza Palmaghini señaló en una resolución de 16 páginas que no hay razones para que el expediente pase a la justicia federal, esencialmente porque no existen evidencias de que a Nisman lo hayan matado. “Hasta el momento no se sabe qué pasó”, dictaminó la magistrada, achacándole a Arroyo Salgado que la hipótesis del homicidio parece más en línea “con sus deseos que con las pruebas del expediente”. Los abogados de la viuda, Juan Pablo Vigliero, Federico Casal y Manuel Romero Victorica, y el abogado Pablo Lanusse representando a la madre y la hermana del fiscal, apelaron el jueves la decisión de Palma ghini, por lo cual la cuestión deberá ser resuelta por la Cámara del Crimen. La apelación seguramente les llegó el viernes a los camaristas Mario Filosof, Julio Lucini y Rodolfo Pociello Argerich. La lógica indica que la Cámara convocará a una audiencia para escuchar a las partes a fines de marzo y resolverá cinco días más tarde.
Visiblemente alterada, Arroyo Salgado estuvo el jueves en el programa Código Político, de TN. Unas horas antes había hecho agua la movilización convocada por otros fiscales en honor a Nisman: la convocatoria fue mínúscula, menos de 500 personas. Arroyo Salgado esgrimió a la noche dos argumentos por los cuales la causa debe pasar a la Justicia Federal:
- Que la muerte de Nisman se dio en un contexto de amenazas. La realidad es que el fiscal recibió dos mails intimidantes en 2012, tres años antes de su muerte, y uno en 2014. En todos los casos se trataba de amenazas burdas, nada sofisticadas. Está claro que ni él les daba importancia: viajó a Europa con la hija sin custodia y andaba por Cancún y la noche porteña sin guardaespaldas.
- El segundo argumento es que las pruebas científicas indican que hubo homicidio. Hasta el momento, la realidad es que las dos juntas –forenses y criminalistas– dictaminaron lo contrario: no hay indicios de accionar homicida y no había nadie en el baño en el momento del disparo.
Lo más llamativo de la nerviosa exposición de Arroyo Salgado fue su apelación a las encuestas: “fue un homicidio. Ocho de cada diez personas en la Argentina y en el mundo piensan que fue un homicidio”. No está claro qué peso debería tener eso en una causa judicial.
Mientras la Cámara decide, la causa no se detendrá. Palmaghini convocó a una junta interdisciplinaria en la que distintos profesionales evaluarán otra vez lo que pasó en el baño del departamento de Le Parc. Como viene ocurriendo desde el principio de la causa, Arroyo Salgado ya plantó batalla: hizo una presentación pidiendo que no actúen los profesionales de la Policía Federal que fueron los que analizaron la escena en un primer momento por ser parciales. Palmaghini deberá resolver en los próximos días. En la junta participarán no menos de 40 profesionales, entre ellos los asignados por la Gendarmería. Habrá forenses del Cuerpo Médico que depende de la Corte Suprema, especialistas de la Federal, algún genetista y los criminalistas y médicos propuestos por cada parte. El dictamen de la junta –que difícilmente consiga unanimidad– será de mucha importancia.
Hasta el momento, los peritos determinaron que Nisman murió el domingo a la mañana, dentro del baño, parado frente al espejo, y su cuerpo cayó contra la puerta, que así quedó cerrada. Por las manchas de sangre, que salpicaron hacia todos lados, no había ninguna otra persona detrás ni al costado; nadie pisó dentro del baño ni se encontró ni una gota de sangre fuera del baño, algo que debería haber ocurrido si una persona salió después de la muerte. También parece claro que Nisman le pidió la pistola a Diego Lagomarsino y al custodio Rubén Benítez. Hay una pericia sobre pólvora en la mano del fiscal que se hizo en Salta y que también será tema para los especialistas. Todo será evaluado en la junta multidisciplinaria que, tal vez, arranque a mediados de marzo.
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