La categórica derrota en Minas Gerais ante el Cruzeiro dejó a San Lorenzo necesitado de una victoria en el último partido del Grupo 1 de la Copa Libertadores para poder clasificarse a la segunda fase del torneo continental. En efecto, con el equipo brasileño ya ganador del grupo, el conjunto de Boedo y su rival de la última fecha, el Caracas FC, están empatados en puntos (7) y en diferencia de gol (-2), pero los venezolanos tienen seis tantos a favor contra sólo 5 del equipo de Ramón Díaz. De esa manera, un empate como local en el Nuevo Gasómetro en ese encuentro, a jugarse el próximo miércoles 16 de abril, lo eliminará del certamen.

Lejos estuvo el Cruzeiro de ser superior a su rival los primeros 45 minutos, pero San Lorenzo parecía, en cambio, sentirse inferior por la forma de plantear el partido por parte de su entrenador: Ramón Díaz dispuso de una línea de cinco defensores, lo que terminó pareciendo excesivo para enfrentar a un equipo que, más allá de los pergaminos, no hizo mucho más que el gol. Con González y Placente como falsos volantes, la actitud podía haber sido otra.

Ante la cantidad de defensores de San Lorenzo, Cruzeiro llegó hasta tres cuartos de cancha manejando la pelota, aunque debieron probar desde media distancia por medio de Wagner, Guilherme y el propio Moreno. El boliviano marcó el primer gol del encuentro tras una serie de rebotes que culminó con el delantero fusilando al arquero Orión.

Algún centro con pelota detenida que generó confusión en la defensa local y que fue mal definida por Romeo o Bergessio, y poco más generó San Lorenzo en el primer tiempo. Pero ante el pálido papel que desempeñó el equipo brasileño, se decidió por un protagonismo mayor en el complemento.

En la primera media hora, San Lorenzo manejó la pelota. Pero el cabezazo de Moreno y el rebote de Wagner en el último cuarto de hora le arrancó la ilusión al equipo de Ramón Díaz. El descuento de Silvera, sirvió para mejorar las cuentas.