El disparo que mató al hincha de Vélez Emanuel Alvarez cuando se dirigía a ver un partido de su club con San Lorenzo, el 15 de marzo pasado, no partió del predio deportivo de Huracán conocido como La Quemita, según lo determinaron las pericias planimétricas ordenadas por el fiscal. A partir de la prueba dispuesta por el fiscal Marcelo Retes, se determinó que el tiro calibre 22 habría sido disparado desde el restaurante La Parrilla o sus inmediaciones. “Con la vaina analizada microscópicamente se hubiera podido determinar de qué arma salió, pero sólo con el plomo es más complicado”, informaron fuentes judiciales, que lamentaron la falta de ese elemento clave para la investigación. Según los voceros, “contamos con cuatro testigos de importancia que permitieron reconstruir con alto grado de exactitud cómo fue la secuencia de la muerte”, e indicaron que otros sólo se acercaron a los instructores del expediente para cobrar los 100 mil pesos de recompensa ofrecidos por la Justicia. Entre los últimos se contaron un presunto “pai” umbanda y un autodenominado mentalista, quienes aportaron datos incompatibles con el resto de los datos recogidos a lo largo de la pesquisa.