Luego del traspié sufrido en Guadalajara, el entrenador de Boca, Carlos Ischia, tomó una decisión clara y trascendente al ratificarles la confianza a quienes fueron titulares en la derrota frente a Atlas, y el equipo tendrá un solo cambio para visitar mañana a Gimnasia de Jujuy. El ingreso de Fabián Monzón, que no estuvo por encontrarse sancionado para la Copa Libertadores, en lugar de Fabián Vargas, suspendido en el torneo Clausura por acumulación de amonestaciones, será la única variante. En el torneo continental, Boca deberá ganar por cuatro goles a Unión Maracaibo para no depender de otro rival, el 22 de abril próximo. Colo Colo, que el jueves venció 2-0 a los venezolanos, ese día será local ante Atlas.

En ese sentido, Ischia destacó ayer que confía “a muerte en el equipo” y prometió que van “a clasificar”. “Los goles que no pudimos convertir en otros partidos los tenemos todos preparados para el día 22, y esto no es hablar mal del equipo que viene a enfrentarnos, pues sería lo mismo para cualquier equipo que estuviera enfrente”, arriesgó.

Respecto de la derrota ante Atlas, Ischia expresó que “queda un sabor amargo, porque estoy seguro de que el equipo no mereció perder pero también sé que de los merecimientos ya uno no puede hablar más, es simple”. Las cuentas ahora para Boca son más claras. Si Atlas le gana a Colo Colo, al equipo de Ischia le sirve vencer por cualquier marcador. Si empatan sin goles, le alcanza triunfar con dos de diferencia, pero necesitaría un tanto más si Colo Colo convierte goles. Si triunfan los chilenos, le alcanza con cuatro goles, cifra que lo hace depender de sí mismo.