Luego de cuatro años sin coronaciones, River tiene una gran chance de volver a obtener un título y así terminar con la sequía que lo aqueja desde el Clausura 2004. Para conseguir ese tan ansiado objetivo, el conjunto dirigido por Diego Simeone deberá vencer esta tarde como local a Olimpo y esperar que Estudiantes, escolta a dos puntos, no le gane a Colón. En busca de la 33º consagración local de la historia del club, el técnico realizaría dos cambios respecto de los once que salieron a ganarle a Colón. Radamel Falcao ingresaría en lugar de Leandro Ponzio y Tu-zzio ya recuperado suplantaría a Danilo Gerlo en defensa.

Pero en el equipo de Núñez no todo fue color de rosa durante gran parte de este semestre. Atrás quedaron la dolorosa eliminación de la Copa Libertadores en manos de San Lorenzo, los insultos de los hinchas, el maíz arrojado contra los jugadores, las banderas en contra de los futbolistas y las inoportunas declaraciones de Oscar Ahumada y Juan Pablo Carrizo. Hoy, ya lejos de todo eso, a dos fechas del final del torneo, River acaricia el título y está por convertirse en Aruba, como dijo su presidente. Mientras tanto, espera entusiasmado sacarse de encima el grito que tiene atragantado.