Los favoritos Rafael Nadal y Roger Federer se clasificaron para los cuartos de final del tercer Grand Slam del año, en Wimbledon, tras continuar aplastando a unos rivales impotentes, el ruso Mikhail Youzhny y el australiano Lleyton Hewitt. Youzhny iba a ser el primer test para Nadal. El año pasado, en la misma fase, el ruso se inclinó en cinco sets después de haber mandado 2-0 en el marcador. Pero el único susto para el español fue cuando tuvo que llamar al médico en el segundo juego por un pinchazo en la pantorrilla. El resto fue una formalidad, 6-3, 6-3, 6-1, en dos horas y 10 minutos, con un juego justo (apenas trece errores no forzados). “Es difícil, no falla nada”, comentó Youzhny.

En la primera semana, el finalista de las dos últimas ediciones dio garantías con su servicio. Ante Youzhny, Nadal impresionó con su otro punto débil sobre césped, subiendo 24 veces a la red para sumar 21 puntos. “Es porque juego bien desde el fondo de la cancha y puedo preparar mis subidas.”

Nadal reconoció haberse “asustado” al sentir un “crack” en la pierna derecha, por el que recibió asistencia del fisioterapeuta, pero se tranquilizó y aseguró que se encuentra bien. “Ha sido un mal movimiento”, señaló el segundo favorito, que indicó, tras las pruebas médicas: “Todo salió positivo”. “Debe haber sido un mal gesto y el músculo se quedó duro. Habrá que ver cómo me levanto mañana (por hoy). Pero espero estar bien”, dijo. Antes de una semifinal a su alcance, su cuarto de final no será un partido fácil ante Richard Gasquet, que recupera su forma, o el favorito del público, Andy Murray. Después podrá soñar con una nueva cita con Federer.

El cinco veces ganador de Wimbledon no perdió hasta ahora un set, cediendo solamente dos veces su servicio en cuatro partidos. Hewitt tenía un balance de once derrotas ante el número uno mundial. Apostar por su victoria era osado, pero el australiano parecía poder sacar a la luz eventuales debilidades del rey Federer.

Más agresivo desde el fondo de la cancha, Hewitt parecía hacer tambalear la seguridad de Federer, que cometió un número inhabitual de errores no forzados, pero contaba con la ayuda de un primer servicio impresionante (21 aces). Y en el tie-break, sin impresionar, Federer se anotó los puntos importantes, como en las dos sets siguientes, donde levantó ocho quiebres de servicio, para ganar 7-6, 6-2, 6-4.

Su próximo rival será Mario Ancic, el último tenista que ha derrotado al suizo sobre césped. Pero fue hace cinco años, en la primera ronda de Wimbledon. Desde entonces, Federer sumó 63 victorias consecutivas en esta superficie y no cedió un set ante el croata en cuatro enfrentamientos. “Es sólido sobre césped. Aquí a menudo ha estado cerca de hacer grandes cosas, con una derrota ajustada contra Roddick” en semifinales en 2004, desconfía Federer, que sin embargo elogió a Nadal.

“Somos ambos buenos competidores. El es zurdo, yo derecho. A él le gusta jugar completamente distinto que a mí, tenemos personalidades distintas. No demasiadas cosas en común”, dijo Federer, de 26 años, para quien el español “gusta mucho a los más jóvenes”, debido a que “entretiene mucho en términos de su habilidad física y la forma en que se comporta. Es siempre muy respetuoso y creo que eso es genial. El ha sido realmente increíble para el tenis. Sólo tengo halagos para él”, dijo.