Campeona olímpica, bicampeona mundial al aire libre, tricampeona mundial bajo techo. La mejor saltadora de garrocha del mundo. Llega a los Juegos Olímpicos sin rivales a la vista. A 40 días de la final de pértiga en Beijing, Yelena Isinbayeva comienza en Roma, en la reunión de la Golden League, la cuenta regresiva para los Juegos.

“Este año es muy importante para mí. Espero que sea inolvidable. No competiré mucho, estaré en mi mejor forma en Beijing”, dijo Isinbayeva, que no salta desde hace cuatro meses: su última competencia fue el 8 de marzo en los mundiales de pista cubierta de Valencia, cuando –obviamente– ganó el oro. “Mental y físicamente está mejor que hace un año. Si el cuerpo y el espíritu están en armonía, todo podría ir muy bien en Beijing”, dijo su técnico, Vitali Petrov.

“Habrá nuevos records del mundo al aire libre, de eso no tengo ninguna duda”, agregó el entrenador, pese a que tanto en 2006 como en 2007 Isinbayeva estuvo diez centímetros por debajo de su record del mundo (5,01 metros en 2005). La saltadora de Volgogrado posee, además, el record olímpico con 4,91 metros.

Que a los 26 años la saltadora de Volgogrado haya ganado ya todo en la exigente disciplina de la pértiga sólo se explica por su talento y por su genética: en realidad, la rusa quería ser gimnasta, pero con 15 años ya medía 1,74 metro, demasiado alta como para dedicarse a esa disciplina.

Entonces dio el gran salto de su vida, al atletismo, donde acumula 21 records del mundo (11 al aire libre y 10 en pista cubierta) entre 2003 y 2008, tiempo durante el cual fue campeona de Europa y del mundo. Le faltan 14 plusmarcas para igualar a su mentor e ídolo, el saltador ucraniano Serguei Bubka.

Pero la “cosmonauta” no tiene prisa. “Continuará hasta los Juegos de Londres 2012”, reveló Petrov al diario ruso Sport-Express. Entonces quizá sea la abanderada olímpica de su país, algo que rechazó para Beijing porque dificultaba su preparación. El 8 de agosto, fecha de la inauguración, faltará aún una semana para el inicio de las competencias atléticas. “Además, la bandera es muy pesada”, explicó Isinbayeva. “La debe llevar un hombre”, agregó.