El Comité Ejecutivo de la AFA decidió postergar hasta mañana la reunión cumbre en la que tratarán la reforma de la legislación vigente para los contratos de futbolistas, a raíz de la marcha de apoyo al Gobierno que el Partido Justicialista organizará esta tarde en Plaza Congreso, cerca del edificio del fútbol argentino. El problema, que se mantuvo larvado durante una década y que estalló hace un par de semanas con los casos de Oscar Ahumada, Martín Bravo y el juvenil Sebastián Nayar, intenta ser controlado por los dirigentes en un esfuerzo para no perder el principal recurso de los clubes que controlan: las transferencias al exterior. Como la legislación argentina sobre el particular choca con la reglamentación establecida por la FIFA, los jugadores advirtieron la contradicción y están rechazando aceptar la cláusula del 20 por ciento establecida en 1975 con el Convenio Colectivo de Trabajo de la actividad. Grondona pretende que “tiene que seguir en vigencia la prórroga de común acuerdo entre las partes y, si no hay acuerdo, que haya una rescisión de contrato a equivalencia”.

De la reunión participará el sindicato de los jugadores, Futbolistas Argentinos Agremiados, que aceptaría que la cláusula se mantenga en el caso de los jugadores de hasta 23 años, una edad en la que se considera que el futbolista ya está formado. El titular del gremio, Sergio Marchi, irá a la reunión con una propuesta propia, que tiene diferencia con la preliminar de los clubes. El gremio pedirá que entre los 18 y 23 años no haya contratos estandarizados, sino que se diferencie entre los jugadores que prometen y aquellos cuyo futuro en el fútbol todavía es indefinido.

“Nosotros tenemos que hacer legislación midiendo que Argentina no es España y que acá hay clubes formadores” de jugadores, dijo ayer Grondona, advirtiendo que si no hay un consenso en defender el patrimonio de los clubes sin perjudicar a los futbolistas “en Europa va a haber fútbol profesional y acá seremos amateurs”. Para Grondona, para encontrar la raíz del problema hay que remitirse a la década del ’90: “Ahora, al no ser obligatorio el servicio militar, los pibes se te van todos antes” afirmó.

Según la legislación vigente en el fútbol argentino, cuando un contrato termina, se renueva automáticamente con el 20 por ciento de aumento si no existe arreglo de otro tipo. Si durante los dos años en que rige ese incremento del 20 por ciento no hay modificaciones, entonces el jugador queda en libertad de acción y con el pase en su poder.

En cambio, de acuerdo con la legislación FIFA que rige, por ejemplo, en la mayoría de los países de Europa (Grecia es la excepción, ya que tiene un sistema parecido al de AFA), cuando los contratos se cumplen (por lo general son mucho más extensos que los que se firman en Argentina), el futbolista queda en libertad de elegir su próximo destino.