El proyecto de ley de retenciones a las exportaciones presentado por los senadores Carlos Reutemann y Roxana Latorre despertó gran entusiasmo entre las entidades rurales. No es para menos. El régimen de deducciones del impuesto a las Ganancias que establece para los productores de hasta 1500 toneladas de soja, a partir de una escala de retenciones más bajas que las del proyecto oficial, coloca claramente en ventaja a los que reciban ese beneficio respecto del proyecto votado en Diputados. En cambio, los monotributistas con la propuesta de Reutemann terminarían pagando retenciones netas más altas, al no poder acceder a ninguno de los beneficios propuestos por el ex gobernador santafesino. La Mesa de Enlace, hoy políticamente hegemonizada por los sectores más conservadores del ruralismo, celebró y abrazó, con razón, el proyecto.

El primer aspecto de la propuesta de Reutemann que cautivó a la dirigencia agropecuaria es que establece alícuotas de retenciones más bajas que el proyecto oficial: alícuotas fijas para trigo, maíz y girasol (22 por ciento para los dos primeros, 30 para el último) y móviles para la soja, según el valor FOB oficial (publicado por la Secretaría de Agricultura) por tonelada, con un máximo del 40 por ciento para un valor de 800 dólares.

Además, dispone que los productores de soja con producción no superior a las 1500 toneladas podrán deducir del impuesto a las Ganancias parte de lo que paguen por retenciones: el excedente sobre 22 por ciento por las primeras 500 toneladas, el excedente sobre 27 por ciento por el tramo de 500 a 1000 toneladas, y el excedente sobre 30 por ciento por el tramo de 1000 a 1500 toneladas. El proyecto Reutemann otorga también una deducción especial en la liquidación de Ganancias equivalente al 70 por ciento de los gastos que se hayan efectuado por compras de fertilizantes.

El proyecto votado en Diputados establece compensaciones para los productores de menos de 1500 toneladas, por las primeras 750 toneladas producidas. La propuesta de Reutemann reemplaza las compensaciones por deducciones al impuesto a las ganancias, pretendiendo con ello facilitar el trámite. Pero su efecto práctico, si el Congreso lo convirtiera en ley, sería excluir del beneficio a los monotributistas, que no son contribuyentes directos de Ganancias ni presentan declaración jurada anual.

Un análisis del proyecto Reutemann-Latorre realizado por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) puntualiza, por otra parte, que, a diferencia de la propuesta oficial, no contempla compensaciones por flete a los productores de zonas extrapampeanas. Según la Oncca, “el productor con hasta 300 toneladas de soja se encuentra más beneficiado por el régimen con media sanción en Diputados, ya que recibe un 66 por ciento del precio FOB por tonelada; con el proyecto Reutemann-Latorre, recibe un 63 por ciento del precio internacional”. Ello sería consecuencia de que, aunque con el proyecto oficial el productor paga retenciones más altas (30 por ciento contra 22), también recibe beneficios que con el proyecto Reutemann-Latorre no le llegan, que compensan el diferencial de alícuotas.

En cambio, para el productor mediano y grande, el proyecto del santafesino es todo beneficio: pagaría menos alícuota de retenciones y menos por impuesto a las Ganancias.