La Selección Argentina de Básquetbol dio otro paso adelante en su preparación para los Juegos Olímpicos. Con una actuación convincente en ataque y en defensa, el equipo de Sergio Hernández venció 75-60 a Serbia, se adjudicó el grupo clasificatorio y logró su pasaje para la final del Diamond Ball, certamen que definirá hoy desde las 8.30 ante Australia (televisan Canal 7 y TyC Sports). Más allá del partido en sí, el encuentro será una buena prueba, ya que los australianos serán rivales en el grupo clasificatorio del certamen de Beijing.

Con el correr de los días y los partidos, el campeón olímpico va recuperando su identidad. Ya quedaron atrás las molestias físicas, los tiempos de pruebas y el cuidado de los jugadores. Y con cada integrante en su verdadero rol en el equipo, Argentina está empezando a encontrar el funcionamiento que pretende el entrenador. Ante Serbia, durante muchos minutos funcionó la presión defensiva, clave para dejar anotar al conjunto europeo nueve puntos en el tercer cuarto, el segmento decisivo del partido. Salvo en un pasaje del segundo cuarto, la defensa argentina se encargó de generarle inconvenientes al ataque serbio.

En ofensiva, también aparecieron diferentes individualidades, para que la defensa serbia no encontrara tranquilidad. En el primer tiempo fue Román González el que lastimó en el poste bajo, con 14 puntos en el período. Luego fue el turno de Nocioni, que encontró gol tanto en la zona pintada como con lanzamientos exteriores para sumar 15 puntos. Más tarde apareció Fabricio Oberto, con ocho tantos en el último cuarto, un recurso que parecía olvidado y que el equipo necesitaba. Y por último llegó el momento de Ginóbili que, cuando los serbios se pusieron a siete puntos promediando el último parcial, apareció con una ráfaga con un doble, dos tiros libres y dos triples para sentenciar el partido. El bahiense anotó 18 puntos en los 30 minutos que estuvo en cancha, la mayor cantidad desde que se sumó al equipo tras la lesión en su tobillo.

Los mayores problemas para el equipo argentino se dieron en el segundo cuarto, cuando los desacoples defensivos provocaron la acumulación de faltas personales de los internos titulares. Con Scola y Oberto cargados de foules, Hernández encontró respuestas con Román González, importante con su goleo para mantenerse en juego en ese pasaje, y con Nocioni dejando su puesto de alero para ocupar un lugar como pivote. Para hoy, la prueba será neutralizar a los gigantes australianos, Andrew Bogut y Chris Anstey, dos jugadores con experiencia en la NBA. Ayer, en el triunfo 81-78 sobre Angola, Bogut se despachó con 32 puntos y 11 rebotes.