Jueves, 9 de octubre de 2008 | Hoy
DEPORTES › EL PRESIDENTE DE BOCA HABLó CON EUFEMISMO DE LA INTERNA DEL PLANTEL
Pedro Pompilio defendió a Juan Román Riquelme, que fuera criticado por el zaguero Julio César Cáceres, aunque no le rescindió el contrato al paraguayo. Luego intentó dar señales de que no perdieron el control del plantel.
“Cabaret no es una palabra simpática, pero suena mejor que un burdel, que si buscamos en el diccionario entra en el tema penal.” ¿Cómo está la interna de Boca? Pedro Pompilio, el presidente, prefiere que la vuelvan a considerar como “un cabaret”, relanzando la famosa frase que pronunciara Diego Latorre en abril de 1998 para pintar al equipo que dirigía Héctor Veira. El dirigente defendió públicamente a Juan Román Riquelme, pero reconoció la gravedad del tema al reunirse con el entrenador Carlos Ischia y con el plantel –en ausencia de Riquelme, que se entrenaba con la Selección– para pedirle que cesaran las divisiones internas.
Pompilio sostuvo que el defensor paraguayo Julio Cáceres “se equivocó” al realizar declaraciones desde Asunción en contra de Riquelme y remarcó que el futbolista “no conoce el Mundo Boca, que potencia lo bueno y lo malo”. El dirigente señaló que las expresiones de Cáceres “fueron inoportunas y provocaron inestabilidad a sólo diez días del clásico” ante River, que se jugará en el Monumental, y reveló que el futbolista paraguayo lo llamó telefónicamente el martes por la noche para decirle que se había “equivocado”, por lo que admitió su error y pidió disculpas.
“Boca no merecía todo este lío mediático. Todos tenemos que hacer una autocrítica, y yo voy a ser el primero que la voy a realizar. Es difícil entender a una persona que en vez de pensar en su selección (Paraguay) habla y crea problemas”, acotó en referencia a Cáceres.
Las versiones que aseguraban que el contrato de Cáceres sería rescindido no fueron confirmadas por los hechos. El dirigente habría acordado con el entrenador Carlos Ischia esperar el regreso de Cáceres desde Paraguay para hacer una evaluación de todo lo sucedido y luego tomar medidas para evitar nuevos conflictos.
El presidente de Boca admitió como normales las disidencias en el plantel. “Siempre hay grupos donde algunos tienen mayor afinidad con unos que con otros. Pero esto es natural en el fútbol y algo que me ha tocado vivir en los muchos años que llevo, porque nunca vi un grupo que tenga una relación excepcional en un vestuario”, afirmó.
Pompilio sostuvo que no ve a Cáceres “como el vocero de otros jugadores”, sino que con sus declaraciones “sorprendió a todos” y resaltó que “de todo esto se sale con inteligencia”. Luego contó: “Cuando me llamó le dije: me parece que has cometido un error importante, que esa persona que vos agrediste fue la que más pidió por vos para que llegaras al club”. De todas maneras, señaló que “centralizar los problemas en un jugador no es justo con Riquelme. Lo están castigando”, afirmó.
“De todos los problemas que surgen, siempre lo relacionan con Riquelme –defendió al volante, centro de la atención–. No sé por qué hay tantas críticas, quizá por envidia y la realiza gente que no es de Boca, porque para cualquier hincha de Boca, cuando arma su equipo pone a Riquelme y diez más.” Fue Pompilio quien inclinó la balanza cuando se decidió la compra de Riquelme al Villarreal en 15 millones de dólares, a fines de 2006, cuando Mauricio Macri, que abandonaba la presidencia del club, se oponía a cerrar la operación. “Me encanta comprar este tipo de jugadores diferentes”, dijo ayer Pompilio.
Fresco el caso que involucró a Mauricio Caranta por su salida del equipo en el último partido con Riquelme, Cáceres criticó el martes a Riquelme en una radio de Asunción, asegurando que el astro no muestra en Boca la misma motivación que muestra en el seleccionado y que debería dar “un paso al costado”. También afirmó que Riquelme es una “persona complicada y algunos compañeros se molestan por sus actitudes”. El agredido se defendió duramente en tercera persona: “Fue el pelotudo de Riquelme el que lo defendió diciendo que era el mejor central del país” y concluyó: “Por algo este muchacho se fue mal de todos los clubes”.
Pompilio intentó dar señales de que la interna no se escapó de control. “Si el técnico dice que Riquelme no va a jugar un domingo, no jugará. No es que Riquelme no se toca”, afirmó. “El vestuario no se le fue de las manos a Ischia porque Cáceres hablara en Paraguay.”
En medio de trascendidos que dan cuenta de que Ischia terminará su contrato y se alejará de Boca, agotado por las internas, para darle lugar al regreso de Carlos Bianchi, el presidente se negó a comentar las versiones. “No es el momento. Boca es el único club al que le preguntan por el técnico a cuatro meses del vencimiento del contrato.”
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