DEPORTES › BOCA IGUALO CON NEWELL’S Y NO PUEDE GANAR COMO LOCAL

Perdido en su propio laberinto

El conjunto de Alfio Basile estaba ganando con un tanto de Viatri, luego de que Marino tocara la pelota con la mano, pero no pudo sostener la ventaja. Las fallas defensivas provocaron el empate de Vangioni.

 Por Facundo Martínez

Los problemas defensivos de Boca le impidieron quedarse con una victoria, y el empate con Newell’s terminó siendo un castigo a sus propios errores. Boca salió decidido a llevarse por delante a los rosarinos pero, con el correr de los minutos, el equipo visitante se ubicó mejor en la cancha y le iba a demostrar a su rival que no le resultaría nada fácil. Apenas una escapada de Monzón tras un pase en profundidad de Riquelme, que terminó con un remate del defensor que pasó cerca del arco. Esa fue la única jugada en la que Boca pudo romper la muralla defensiva de Newell’s que, sumando a Mateo y Bernardi al trabajo de la última línea, quedaba siempre en superioridad numérica.

Cuando Newell’s trataba de salir de contragolpe, atacando por los laterales, donde Sánchez Prette y Vangioni aprovechaban los espacios que tanto Insúa como Marino dejaban por sus franjas, les provocaba muchos problemas al fondo local.

Si Boca sufría la falta de cinco de sus jugadores titulares, la salida de Ibarra por lesión empeoró el panorama. Gunino entró frío, y justamente a él se le escapó Vangioni en la primera jugada clara de Newell’s, quien sacó un remate cruzado que pasó muy cerca del arco. Riquelme, que no hacía pie en la cancha, en ese momento se estaba cambiando los botines. Enseguida, Sánchez Prette también cabeceó con peligro. Lo que quedaba claro era que la defensa de Boca no transmitía seguridad.

Recién sobre el final de la primera parte, y gracias al esfuerzo de Riquelme y a la constante disposición de Mouche, llegó la mejor chance para Boca. Un buen arranque de Riquelme, un centro de Mouche, que se demoró en el envío, terminó en un cabezazo cruzado de Viatri sobre el segundo palo, que pudo haber sido la apertura del marcador.

El segundo tiempo arrancó parejo, y con los dos equipos intentando cambiar golpe por golpe: Boca con un remate de Marino que Peratta desvió al corner y Newell’s con un tiro de Formica a las manos de Abbondanzieri. Para mejorar su juego, Boca necesitaba que aparecieran Insúa y Marino y se sumaran a Riquelme. De Insúa nada, y Marino apareció con una avivada tras un centro de Monzón, para bajarle la pelota a Viatri con la mano, saltando entre Quiroga e Insaurralde, para que su compañero rematara de derecha y pusiera el 1-0.

En ventaja, Boca comenzaba a soltarse y entonces Sensini metió mano al banco. Mandó a la cancha al gigante Boghossian y a Dening y pasó de atacar con un punta a tener tres. Pero fue un error defensivo lo que le permitió a Newell’s empatar el partido: Quiroga pasó a Monzón, lanzó un centro que Abbondanzieri no supo ni pudo controlar, el rebote lo tomó Sánchez Prette con una chilena que le quedó servida a Vangioni, para que éste con un zurdazo de media vuelta pusiera el partido 1-1. El gol no hizo sino confirmar que la defensa de Boca no tenía una buena noche. El aliento de sus hinchas y la fuerza de Rosada no le alcanzaron para cambiar ese final.

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Riquelme volvió a jugar desde el comienzo, pero no pudo exhibir toda su capacidad.
Imagen: DyN
 
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